Pilar Abellán Martínez
Practicopedia
El error que casi todo el mundo comete al cortar la sandía
La mayoría divide la sandía en dos y después la corta de extremo a extremo
La sandía es un imprescindible en nuestra dieta en la época de verano. Su alto contenido en agua, vitaminas y minerales, la convierten en un alimento ideal para hidratarse y optar por una alternativa saludable.
Aun así, cortar la sandía puede resultar complicado y tedioso. Existe una técnica sencilla con la que podrás aprovechar al máximo esta refrescante fruta.
Cómo cortar la sandía
La mayoría divide la sandía en dos y después la corta de extremo a extremo, dando lugar a piezas triangulares. ¿Y si supieras que existe un método más sencillo y que, además, permite comer mejor esta fruta?
Primeramente, tienes que tener en cuenta que debes utilizar una base de apoyo correcta para poder cortar. No puedes hacerlo sobre una base que resbale o que no esté plana, y por supuesto debes contar con un cuchillo grande y bien afilado.
La manera más cómoda de cortar la sandía es hacerlo en forma de cuadrados pequeños. Así, podrás obtener trozos alargados y finos más fáciles de comer.
Debes cortarla por la mitad y después en secciones. Primero de un lado y después del otro para que la fruta quede en forma de cuadraditos o palitos.
En este vídeo puedes ver cómo se hace:
Al elegir en el supermercado…
Al comprar la sandía, debes buscar una que sea pesada, eso indica que está más jugosa y dulce.
Su sonido debe ser hueco al golpearla suavemente, y su cáscara debe ser firme y brillante. Esto significa que está en su punto de maduración óptimo. Además, presta atención a la temporada, ya que en temporada suelen ser más sabrosas.
En el caso de que la sandía esté ya cortada por la mitad, escoge la que tenga las pepitas o semillas más oscuras. Así, te aseguras de que está madura.
Cómo conservarla
La conservación adecuada de la sandía es fundamental para prolongar su frescura. A temperatura ambiente, puede mantenerse en buen estado durante aproximadamente una semana debido a su gruesa corteza.
Sin embargo, para una conservación óptima, se recomienda refrigerarla a unos 15ºC, lo que permitirá prolongar su vida útil hasta dos semanas.