Anna Blanco
Practicopedia
Errores que comentemos en el cuidado de nuestra piel en invierno
Durante los meses de frío no debemos olvidar los cuidados necesarios para una piel saludable
Podemos decir sin equivocarnos que todos estamos concienciados, o al menos sabemos, de la necesidad de cuidar nuestra piel en verano para protegerla de los rayos UVA y UVB y así prevenir el cáncer de piel, las manchas solares y el envejecimiento prematuro. Pero parece que esta necesidad de cuidar nuestra piel desaparece durante el invierno lo que es un gran error porque si bien es verdad que el sol es más débil o calienta menos durante los meses más fríos del año, también es verdad que los rayos UVA y UVB siguen estando y, por lo tanto, nuestra piel sigue estando expuesta a sus efectos. Además, el frío o el viento también son factores externos que afectan a nuestra dermis en invierno, así como malos hábitos que pueden tener consecuencias negativas para el buen estado de la piel. Veamos cómo debemos cuidar de ella -y errores a evitar- durante estos meses del año:
Excedernos con el calor
Es muy tentador en los días de más frío subir el termostato para que nuestra casa esté bien caliente, pero se trata de algo muy poco recomendable para nuestra piel porque demasiado calor, la reseca.
Y pasa algo similar con las duchas o baños con agua muy caliente. Son muy apetecibles, pero utilizar agua templada es mucho mejor para nuestra piel para evitar el exceso de sequeda.
Olvidarnos del factor de protección
Como hemos comentado al inicio, la radiación solar perjudicial sigue llegando a nosotros, aunque sea invierno y percibamos con menor intensidad la fuerza del sol. Por ello, si bien quizás no es necesario utilizar una protección solar de +50 o similiar sí que sigue siendo conveniente utilizar crema con factor de protección. Un SPF+20 es adecuado aunque si vamos a la montaña deberemos recuperar la protección 50.
Por otra parte, tampoco debemos guardar las gafas de sol en invierno, especialmente en zonas donde hay nieve ya que esta refleja el 80% de la radiación solar y afecta a la piel de alrededor de los ojos, que es especialmente delicada.
No hidratarnos
En invierno también sucede que rebajamos los cuidados de nuestra piel y no nos hidratamos tanto como en verano porque, de nuevo, creemos que no es tan necesario. Pero durante estos meses debemos beber la cantidad de agua adecuada además de poner especial atención con la hidratación de las zonas de la piel más expuestas como son la cara y el rostro.
Alimentarnos de forma incorrecta
Al igual que en primavera siempre se bromea con la 'operación biquini' cuando nos volvemos a tapar con el frío, tendemos a consumir productos más calóricos y poco saludables, algo que puede reflejarse en nuestra piel. Además del consumo suficiente de agua, nuestra dieta debe contar con mucha fruta y verdura frescas para aumentar el consumo de vitamina C y antioxidantes que beneficiarán a nuestra piel.