Anna Blanco
Practicopedia
Fallos que cometes en la cocina sin darte cuenta y que ponen en peligro tu seguridad alimentaria
En la cocina debemos ser cuidadosos con nuestros hábitos parar evitar cualquier tipo de intoxicación
La seguridad alimentaria, es decir, los distintos recursos y estrategias para asegurar que todos los alimentos sean seguros para el consumo es una cuestión relevante que hemos de tener en cuenta a la hora de cocinar y manipular los alimentos. Pero, a menudo, por desconocimiento no cumplimos con los criterios adecuados de seguridad alimentaria. Estos son los errores más comunes que muchos de nosotros realizamos en la cocina:
Higiene de manos
Quizás actualmente estamos más sensibilizados que nunca con lo referente a la higiene de manos, pero nunca está de más insistir. Sobre todo, porque si bien tenemos interiorizado lo de lavarse las manos antes de empezar a cocinar, es probable que no lo esté tanto hacerlo cuando cambiamos de tipo de alimento o si tocamos con nuestras manos, mientras preparamos la comida, objetos como el teléfono o la tablet. Hay que ser conscientes de que los microorganismos presentes en las manos pueden contaminar los productos al manipularlos. Es decir, nuestras manos al tocar objetos o superficies ya contaminadas hacen de transmisoras. Por todo ello, hay que lavarse muy bien las manos antes y durante la manipulación de los alimentos siempre que cambiemos de tipo o hayamos parado para hacer otra actividad como contestar el teléfono o abrir la puerta, por ejemplo.
Descongelar alimentos
Es un clásico de la cocina: nos hemos olvidado de sacar lo que teníamos previsto para la cena del congelador con suficiente tiempo y para acelerar el proceso de descongelación, lo dejamos sobre la encimera. Pero es un error hacerlo porque los microbios patógenos (los que provocan enfermedades) pueden multiplicarse rápidamente a temperatura ambiente si esta es templada. Por tanto, cuando descongelamos sobre la encimera el producto estará a temperaturas consideradas de riesgo, sobre todo en verano.
Así que, para descongelar de forma segura se debe hacer con una temperatura controlada bajo refrigeración (es decir, colocar el alimento congelado en la nevera). Además, mejor si consumimos este alimento en un plazo de 24 horas.
Por el contrario, no es aconsejable guardar un alimento caliente en la nevera para evitar que suba la temperatura interior y que se vean afectados el resto de alimentos, por lo que es habitual esperar un tiempo a que se enfríe antes de hacerlo. Pero, no debemos dejar los alimentos cocinados o calientes más de dos horas antes de colocarlos en la nevera o una hora si la temperatura ambiente es muy alta.
Un sitio para cada cosa
A menudo guardar todos los alimentos en la nevera se parece al juego del tetris donde lo importante es que todas las piezas encajen en el espacio disponible. Y esto nos puede llevar a que diferentes alimentos queden juntos y puedan contaminarse unos con otros (contaminación cruzada directa).
Lo correcto es almacenar los alimentos separados según su estado (crudos o cocinados) y naturaleza (verduras, carnes o pescados). De esta manera, mejor situar los cocinados en la parte superior de la nevera y así evitamos goteos procedentes de los crudos. Y estos los colocamos mejor en las baldas inferiores. Además, cada alimento debe guardarse en tuppers o envases cerrados.
Un cocción completa del huevo y pollo
Un alimento poco hecho, se considera aquel en el que su cocción no ha alcanzado temperaturas de seguridad en todo el producto (65-70ºC), es un alimento en el que podrían quedar microbios resistentes. Si a esto, añadimos un tiempo de espera hasta que lo consumimos a temperatura templada, la cantidad de microbios puede multiplicarse. Lo recomendable es una cocción completa como cuajar bien los huevos en una tortilla y cocinar a fondo las carnes de pollo u otras aves.
Por cierto, al hacer la tortilla de patatas puede ser habitual utilizar el mismo plato para servirla que para darle la vuelta. Mejor evitarlo porque pueden quedar en el plato restos de huevo crudo. Lo aconsejable es cambiar el plato o lavarlo con agua caliente y jabón (pasarle solo agua no es suficiente).
La mayonesa, al momento
Los huevos crudos pueden contener diferentes microorganismos que pueden ser origen de enfermedades alimentarias. Por tanto, las recetas con huevo crudo tienen un riesgo alimentario, por lo que durante su preparación deben extremarse las precauciones de higiene y es muy importante reducir el tiempo entre la elaboración y el consumo. Lo mejor es una consumición inmediata y no guardar para otro día, si sobra.