¿Es obligatorio enterrar o incinerar?: cómo cumplir con la ley tras la muerte
Tanto el difunto como los herederos pueden pagar los gastos funerarios
Cuando alguien fallece, uno de los trances más importantes para poder despedirle cómo es debido es darle sepultura tal y como él o sus familiares desearon. Para hacerlo, sin embargo, hay que tener en cuenta toda una serie de disposiciones legales y advertencias que harán que este momento se centre en lo realmente importante. Desde Legálitas, inciden en este hecho y, por ello, han facilitado a este medio una lista de preguntas típicas con sus correspondientes respuestas.
¿Es obligatorio enterrar o incinerar a un individuo?
Según la normativa estatal -y con independencia de la voluntad del difunto-, es obligatorio incinerar o enterrar al fallecido en un plazo de 48 horas tras su deceso. Eso sí, existen algunos casos especiales que reciben una autorización especial para que esta disposición no sea de obligatorio cumplimiento.
¿Qué coste conlleva?
Ya sea el difunto, que se beneficiaría del servicio funerario, o los herederos, hay que pagar tanto los gastos del sepelio en sí como las tasas administrativas. En todo caso, si la situación económica de la familia no permitiera realizar este pago, la funeraria habrá de tener en cuenta que brinda un servicio con un fuerte carácter social y estará obligada a aplicar la tarifa más barata, por servicios mínimos.
De hecho, existen casos en los que el ayuntamiento asume todos los gastos. Hay personas que no tienen familia ni bienes para costearse el entierro y, en esas situaciones, el consistorio correspondiente se ocupa del pago en su totalidad.
¿Qué es el derecho de uso en el cementerio?
El derecho funerario atribuye al titular el uso exclusivo del espacio o unidad de enterramiento asignada, a los fines de inhumación de cadáveres, cenizas y restos, según su clase, durante el tiempo fijado en la concesión. Nunca se considerará atribuida al titular la propiedad del suelo.
Para adquirirlo, hay que pagar una serie de tarifas y firmar un contrato. Además, el titular podrá designar un beneficiario de ese nicho, que se subrogará en su posición. Si no se produjera este pago, el Servicio de cada Cementerio procederá a exhumar los restos y reubicarlos en un enterramiento común o incinerarlos.
¿Tienen fecha de caducidad?
Los nichos se alquilan. Para poder seguir ocupándolos, es imprescindible seguir pagando. En el caso de las tumbas en el suelo o los columbarios para cenizas, el contrato suele tener una duración de 99 años, pero los de los nichos comunes no suelen superar los 10 años.
Legálitas explica que la concesión del derecho funerario podrá otorgarse por: un periodo de cinco años para el inmediato depósito de un solo cadáver o por un tiempo máximo que permita la legislación sobre “ocupación privativa de dominio público local, para inhumación inmediata o a prenecesidad, de cadáveres, restos o cenizas, en toda clase de unidades de enterramiento y parcelas para construcción por el titular”.
¿Quién se encarga de la seguridad en los cementerios?
Cada cementerio posee su servicio de seguridad. Se cerciorarán de que existe orden en el recinto y de que se preserva el respeto pertinente en un lugar como este. Tanto si es municipal como si pertenece a una empresa subcontratada, no se les puede exigir responsabilidades en caso de robo o deterioro de las lápidas o del interior de los nichos.
¿Cómo reclamar en caso de deterioro de la tumba de un familiar?
En caso de daño causado por un tercero, Legálitas indica que deberán iniciarse unas labores de investigación para localizar al culpable, realizando la reclamación oportuna o denunciando a la policía si se hubiese cometido un delito. También hay que poner el hecho en conocimiento del ayuntamiento o empresa que gestione el cementerio, por si tuviesen datos o información que fuese de ayuda para localizar al culpable y realizar la reclamación o denuncia oportuna.
Por otro lado, si los responsables del deterioro han sido los encargados de la seguridad, será necesario abrir un procedimiento por reparación de daños. Hay que presentar todas las pruebas posibles.
¿Cómo trasladar un cuerpo de un recinto a otro?
El traslado de un ser querido desde un cementerio a otro es una acción que se puede llevar a cabo, pero que requiere de una serie de pasos a seguir. Además, hay que tener en cuenta los plazos que deben transcurrir desde el enterramiento para poder realizar dicho traslado. Si fuese a una comunidad autónoma diferente, lo habitual será requerir de una autorización sanitaria.
Entre la documentación necesaria para gestionarlo se encuentra el certificado de defunción, una declaración del titular del nicho -que puede ser el heredero- expresando su voluntad de que el cuerpo sea trasladado y algún documento que acredite el parentesco entre el difunto y la persona que solicita el traslado. Una vez presentado todo, el período de respuesta de las autoridades suele demorarse unos tres meses. En caso afirmativo, se procede a contratar un servicio funerario que lleve a cabo la operación.
¿Se puede trasladar a un cementerio de otro país?
La exhumación de cadáveres para su traslado al extranjero solo podrá autorizarse si, con anterioridad, el cadáver ha sido embalsamado o sometido a procedimientos específicos de conservación transitoria, que garanticen su estado hasta su inhumación. Si no ha sido así, el traslado a un cementerio de otro país será inviable.
Si esta primera condición se cumple, hay que contactar con el cónsul español del país en el que se pretenda enterrar al difunto -o, en su defecto, con el funcionario consular encargado de este tipo de trámites- y presentar la solicitud con toda la documentación necesaria. Lo más importante es obtener tanto la autorización española para sacar un cuerpo del territorio, como la del país de destino.
¿Se pueden tirar las cenizas al mar?
Para esparcir cenizas en el mar se debe solicitar la autorización necesaria a la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Fomento y cumplir con unos requisitos determinados. En este sentido, las cenizas no se pueden tirar al mar directamente, sino que deben ir en el interior de una urna especial, que esté homologada y sea biodegradable.
Pese a ello, no es común que la administración extienda el permiso a particulares. Una de las maneras para reforzar la petición pasa por contratar a una empresa especializada en este tipo de acciones. Con ella, hay más posibilidades de que se dé luz verde. Hay que recordar que la multa por echar cenizas en el mar sin permiso puede ascender hasta los 900 euros, en función de la comunidad autónoma.
