A la hora de ponernos con la limpieza de la casa, hay que tener cuidado con los productos que usamos en función del objeto que queramos limpiar, ya que cada uno requerirá de un cuidado especial. En el caso de los muebles antiguos, aunque suelen ser resistentes, requieren de un tratamiento concreto si queremos que permanezcan en buen estado y se conserven por un mayor tiempo.
En este sentido, hay una serie de pasos que podemos seguir para limpiar un mueble de madera antiguo sin dañarlo, facilitando su conservación. El blog de MAPFRE (@MAPFRE.ES) recopila cuatro sencillos pasos que ayudarán en esta tarea, incluso para poder darles una segunda vida.
Primer paso: Limpiar
Lo primero que necesitaremos será limpiar la madera. Para ello, usaremos un recipiente de cristal en el que colocaremos un poco de aguarrás y amoníaco. Después de unos minutos de dejar la mezcla actuar, conseguiremos que la suciedad, las parafinas y las ceras, acumuladas durante años, se despeguen de la superficie.
Después tendremos que eliminar los restos de amoníaco del mueble, para lo cual utilizaremos agua y jabón neutro, y dejar la madera secarse durante un par de días.
Segundo paso: Lijar
Después de este primer paso, encontraremos la madera algo áspera, algo que solucionaremos nutriendo el material, según indican desde el blog. Para ello, tendremos que emplear una lija, primero muy fina, de 240, para que la superficie quede suave, y después una de entre 400 y 600 para eliminar imperfecciones.
Tercer paso: Hidratar
Para hidratar la madera, se recomienda usar aceite, aplicándolo con una brocha y dejándolo secar. Para sellar el poro de la madera e impermeabilizarla, emplearemos aceite y lana de acera en una capa más. Recuerdan que si se trata de muebles de exterior, será recomendable utilizar aceite de teca, y de linaza para los de interior.
También podemos usar cera, aplicándola en finas capas, lo que permitirá que la superficie se pueda abrillantar y pulir.
Cuarto paso: Pulir
Por último, tendremos que pulir la madera, y así conseguir que el poro se cierre correctamente y que el mueble adquiera un mayor brillo. Podemos utilizar un cepillo de cerdas naturales, pasándolo varias veces por la superficie, eliminando después los restos con un trapo de algodón.
Para conseguir que el mueble se conserve en las mejores condiciones durante el mayor tiempo posible, recomiendan renovar las ceras cada cierto tiempo y evitar la utilización de productos desengrasantes, usando en su lugar paños secos para eliminar el polvo, y agua y jabón para acabar con las manchas.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.