65ymás
Practicopedia
Esta es la temperatura ideal a la que tienes que tomar cada tipo de vino
Es una variante que afecta al olor y al sabor. No basta con meterlo en el frigorífico unas horas
No es necesario ser absolutamente estrictos ni rigurosos, pero lo cierto es que cualquier vino sabrá mejor si se sirve a la temperatura correcta puesto que esta variante influye decisivamente tanto en su olor como en su sabor. Es cierto que cada persona tiene gustos diferentes a los demás, pero también lo es que siempre se disfrutará más de una copa de vino si su temperatura es la adecuada y por eso nos da una serie de recomendaciones a tener en cuenta.
Así, tal y como alerta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU @consumidores), “si se toma el vino muy frío (a 2°C o 4ºC), apenas se podrán percibir sus aromas y se acentúan los sabores ácidos. En cambio, si está caliente (por encima de 20ºC), se perciben mucho los alcoholes, y también se acentúan los sabores dulces”. Entonces, ¿cuál es la temperatura ideal para cada tipo de vino?
¿A qué temperatura debes beber el vino?
- Vino espumoso: 7ºC
- Vino blanco dulce: 8ºC
- Vino blanco seco: 10ºC
- Vino blanco fermentado en barrica: 12ºC
- Vino tinto joven: 9ºC
- Vino tinto crianza: 15ºC
- Vino tinto reserva y gran reserva: 17ºC
- Vino rosado: 10ºC
- Vino generoso: 11ºC
Para conocer con exactitud la temperatura a la que se encuentra el vino, puedes utilizar el clásico termómetro de vidrio y mercurio u optar por una versión más novedosa, como los termómetros de infrarrojos o los termómetros digitales diseñados especialmente para el vino.
Bajo esta premisa, también resulta fundamental conocer los mejores métodos para enfriar la botella de vino antes de su consumo, ya que no basta con meterla en el frigorífico las horas previas y mucho menos en el congelador (los cambios bruscos de temperatura estropean los vinos).
Aprende a enfriar el vino correctamente
El truco más utilizado por los amantes de esta bebida es introducir la botella en un recipiente con agua y hielo durante unos minutos. De esta forma, el vino se enfriará rápidamente y apenas dañará sus propiedades organolépticas.
En cambio, si tienes la suerte de poder tomarte tu tiempo para atemperar el vino adecuadamente, debes seguir una serie de pautas como, por ejemplo, dejar que se acostumbre al cambio de entorno, pues la temperatura, la luz y la humedad de la cocina no es la misma que la de una bodega. Para ello, deja la botella en posición vertical en dicha estancia durante, al menos, un día para poder después comenzar a enfriarlo. Y bajo ningún concepto pongas hielos en la copa de vino para conseguirlo.