Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorAlguna vez te has preguntado en ¿qué piensan los perros? ¿qué nos dicen con su mirada, con ese guiño? o ¿qué significa cuando se quedan inmóviles con la mirada perdida a lo lejos?
Cuando hablamos de mascotas, hablamos de cariño y con cariño. Son nuestros fieles amigos, ya sean perros, gatos, aves, peces, conejos u otras especies. Sea cual sea, cuando tenemos un animal de compañía lo queremos con locura (o así debería ser) y él a nosotros.
El perro es quizá el animal que más interactúa a nivel emocional con el ser humano. Es cariñoso por naturaleza, está pendiente de su dueño y de la familia en todo momento, pues es su manada. No hay un día que no reciba a un miembro de la familia con brincos de alegría, moviendo la cola, olisqueando el trasero, dando lametazos y, en alguna ocasión, con pérdidas de orina de la emoción. Para ellos es inevitable mostrar afecto pues solo nos tienen a nosotros y su razón de ser somos nosotros, los dueños. Pocas personas se resisten a caer rendidas ante tal muestra de afecto constante y solo aquellas personas que han tenido un can como mascota, macho o hembra, saben que son únicos y que solo con su mirada pueden aliviar la pena, hacerte olvidar los problemas por un rato, o arrancarte una sonrisa en un día amargo. Ellos están siempre a tu lado para juagar o acompañar.
Al igual que el hombre, el perro es un animal de costumbres, tiene unos hábitos muy marcados y cada acción o manera de comportarse responde a un motivo concreto y justificado, y muchas veces con más sentido del que podamos pensar.
Conocer el significado de sus miradas nos ayudará a entenderlos mejor, a reconocer su estado de ánimo, si están tristes, enfadados, cansados, en alerta, si tienen sueño o se encuentran mal; y, conjugar su mirada con otras señales comunicativas como son mover la cola o las orejas, las expresiones faciales y los sonidos, hará que podamos ponerlo en contexto.
Los perros no suelen mirar fijamente a los ojos de las personas, apenas lo hacen de manera esporádica y, además, suelen mostrarse incómodos cuando se fija la mirada en ellos. Solo lo hacen en contadas ocasiones y únicamente a su dueño, es su manera de decir que le quiere, que se siente confiado.
Si al mirar a tu perro a los ojos le ves las pupilas muy dilatadas habiendo mucha luz quiere decir que algo le duele. Será necesario revisar otras vías de comunicación que tiene el perro para determinar cual es su estado, como por ejemplo ver cómo lleva la cola. En el caso de tener dolor estará metida entre las patas traseras.
Si por el contrario sus pupilas están muy cerradas quiere decir que se encuentra confiado, que siente seguridad en el entorno en el que se encuentra. No hay nada que le despierte ansiedad.
Ante este gesto los expertos avalan dos teorías. Una es que es un gesto aprendido de los seres humanos pues están constantemente observando a su dueño. Otra teoría es que, al igual que los humanos, lo hacen cuando están de buen humor, disfrutando del momento, quieren mostrar tranquilidad y confianza.
Sentado frente a ti. Está a la expectativa de un gesto tuyo de aceptación para empezar a jugar. Quiere animarte a que le lances la pelota o su juguete preferido, reclama tu atención para pasar un rato de entretenimiento. En el momento en que haya conexión visual moverá la cola haciendo aun más evidente su deseo.
Esto denota miedo, no quiere ver lo que ocurre a su alrededor. Además, suele agachar la cabeza, echar las orejas hacia atrás y acurrucarse en un lugar que le de confianza y se sienta protegido.
Si un animal adopta una postura desafiante y dominante, tiene la mirada fija y rasga los ojos es que está enfadado e incluso a punto de atacar. Observa otros indicadores para confirmarlo: lomo erizado, orejas rectas y hacia adelante, cola alzada. En función de su enfado, emitirá algún gruñido, ladrido o, también, mostrará los dientes.
Pasa a menudo que sin más vemos nuestro perro se pone en estado de alerta con la mirada fija en el infinito, en la pared o en el techo, o hacia el pasillo oscuro, por ejemplo, inmóvil y casi sin respirar. Es una situación que además de extrañarnos, en ocasiones también hace que se nos erice el bello, pues somo incapaces de descubrir qué puede estar viendo, y nuestra imaginación puede ir más allá y al más allá. No pasa nada sobrenatural, simplemente es que los perros tienen los sentidos muchísimos más desarrollados que nosotros y donde nosotros vemos oscuridad ellos pueden apreciar una mosca, donde no hay más que un techo ellos pueden ver resto de una telaraña moviéndose o donde solo hay una pared blanca ellos pueden vislumbrar una mota. Si mira al infinito quizá esté intentando identificar un oler que le llega de lejos. Lo que está claro es que sea una cosa u otra es un momento de concentración absoluta para el perro y no le va a gustar que se le distraiga. Se acabó el misterio.
Aunque ahora tienes una idea del significado de sus miradas, solo pasando tiempo con ellos y atenderlos y cuidarlos como se merecen hará que la conexión entre los dos sea absoluta y puedas entender, por ti mismo, lo que te dicen con cada mirada.