Esto es lo que la mayoría hace mal al consultar la fecha de caducidad de los alimentos
Sigue estos consejos
Es muy importante que cada vez que vayamos a consumir un producto que lleva ya un tiempo en la nevera, consultemos su fecha de caducidad para conocer si es recomendable que nos lo comamos o no. Una práctica muy común que todos hacemos, pero que, sin embargo, podemos estar realizándolo de la manera incorrecta.
La fecha de caducidad indica el límite en el que un producto sigue reuniendo todas sus cualidades para ofrecer las garantías de calidad y seguridad alimentaria. Entonces, si un producto ya ha pasado esta fecha, este alimento ya no se puede comercializar ni consumir, porque puede ser un riesgo para la salud.
Sin embargo, la ingeniera de alimentos de Ciudad de México, Mariana Zapién (@ingdetusalimentos), mostró en su Instagram que muchas personas cometemos el mismo error al interpretar la fecha de caducidad de los alimentos.
"Esta fecha ya no aplica una vez que el producto es abierto", recuerda la ingeniera, lo que significa que el plazo de la fecha de caducidad deja de ser válido si el envase o recipiente en el que viene el producto ya ha sido abierto.
"Esto es porque al abrir el producto se deja de tener un ambiente sellado y controlado, lo que promueve la entrada de contaminantes externos, como bacterias, levaduras u hongos. Como los alimentos tienen nutrientes, son el ambiente perfecto para el desarrollo y crecimiento de microorganismos", explica Zapién.
Sin embargo, aunque pueda parecer que sabes diferenciar si un producto está caducado a simple vista, hay microorganismos que pueden afectar a la comida que no necesariamente alteran las características del alimento, como puede ser el sabor, el color o el aroma.
Por tanto, la recomendación de la experta es prestar atención, no solo a la caducidad, sino también a las instrucciones de almacenamiento y las recomendaciones de consumo que señala el fabricante en el envase o recipiente, ya que allí pondrá cómo deben almacenarse y cuánto tiempo tenemos para consumirlo desde que lo tomamos, de una manera más segura que haciéndolo con la fecha de caducidad.
