N. Abril
Practicopedia
Trucos para una chimenea perfecta: rejillas relucientes, cenizas sin polvo y cómo reavivar el fuego
¡Ummmmm qué bien huele! Es tiempo de chimeneas y las calles de nuestros pueblos lo saben. Si eres uno de esos afortunados con chimenea en casa ya sabrás que es aconsejable limpiarla cada vez que se encienda. Además, es importante vigilar que tire bien para evitar rebufos del humo y de vez en cuando deshollina, sobre todo cuando la vas a encender por primera vez después de que haya estado unos cuantos meses apagada.
Pero, además, una vez puesta en marcha puedes echar mano de estos trucos para que sea un elemento mucho más decorativo de lo que ya es, o incluso para que huela aún mejor.
Rejillas relucientes
Los accesorios metálicos y las rejillas de la chimenea pueden estar relucientes si los frotas con betún y, luego, les das brillo con un paño limpio.
Ceniza sin polvo
Es aconsejable recoger la ceniza cada vez que uses la chimenea, pero para que no levante polvo puedes salpicar ligeramente esa ceniza con agua y, a continuación, barrer con la escobilla sin llenar del todo el recogedor. También, puedes evitar el polvo de la ceniza si echas sobre ella las hojas sobrantes de las infusiones de té.
Aromas del fuego
Ya hemos dicho que la chimenea desprende un olor que gusta a mucha gente, pero si eres de los que no disfrutan con ese aroma puedes echar la piel de un limón al fuego y tendrás un ambientador natural en toda la estancia.
Reaviva
El último truco sobre chimeneas que compartimos contigo tiene que ver con reavivar el fuego. Prueba a espolvorearlo con un poco de sal.