¿Tienen fecha de caducidad los colchones?

Un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo, por lo que deberíamos asegurarnos de que lo hacemos en las mejores condiciones. Según la Asociación Española de la cama (ASOCAMA), que aglutina a fabricantes de equipos de descanso (colchones, bases y almohadas), “ningún colchón conserva sus cualidades originales pasados 10 años”. Pero ¿es posible prolongar la vida útil de nuestro colchón más allá de una década? Bueno, aunque se trata de un producto que sufre el lógico desgaste del paso del tiempo, ciertamente no tiene una fecha de caducidad como los alimentos. Y también hay que tener en cuenta que  su duración va a depender del uso (no sufre igual tu colchón habitual que el que tienes en una habitación que solo usas cuando tienes visitas), y de los cuidados de mantenimiento que le hayas proporcionado.

Con todo, los expertos recomiendan cambiar periódicamente el colchón. El fabricante Pikolin (@pikolin), por ejemplo, recomienda que el plazo de renovación sea entre los 8 y los 10 años: “Durante este periodo de tiempo, los componentes del equipo de descanso van perdiendo calidad y efectividad hasta llegar un punto en el que su uso puede perjudicar nuestro descanso”. Y en cuento al efecto que tiene el tipo de uso en el desgaste de este elemento, este fabricante recomienda irlo rotando y girando, para que su desgaste se produzca de manera “progresiva y homogénea”, puesto que de otro modo perdería antes sus propiedades.

En cualquier caso, si tu cama tiene más de 10 años y dudas de si se conserva en buen estado o, por el contrario, ha llegado el momento de agradecerle los servicios prestados y cambiarlo por un nuevo, ASOCAMA propone unos pasos para hacer nuestra autoevaluación. En este sentido, te propone responder a estas preguntas:

• ¿Notas que descansas peor que hace unos años en la misma cama?
• ¿Has dormido mejor recientemente en otra cama diferente a la tuya?
• ¿Te levantas sin energía, con dolores de espalda y/o cuello?
• ¿Te molestan los movimientos de la persona con quien duermes en la misma cama?
• Cuando duermes acompañado/a, ¿caéis los dos hacia el centro sin quererlo?
• ¿Tienes/tenéis espacio suficiente para dormir confortablemente?
• ¿Observas que tu colchón está externamente desgastado?
• ¿Sientes que la superficie de tu colchón está suelta, arrugada o sobrante?
• ¿Te avergonzaría que tus vecinos vieran tu colchón sin funda?

Si has contestado afirmativamente a tres o más preguntas, “definitivamente es hora de cambiar tu equipo de descanso”, concluyen desde la asociación.