Manuela Martín
Practicopedia
¿Frío en casa? Nunca… Y sin arruinarnos
Hoy hemos querido rescatar este pegadizo slogan de una campaña de publicidad de comienzo de los años 80 para darte unos pequeños consejos que harán de tu hogar un lugar más calentito… mientras ahorramos…
Los expertos de IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) recomiendan aislar bien la vivienda y optimizar al máximo el rendimiento del sistema de calefacción. Además, coinciden en señalar los 22º como la temperatura óptima a la que debes mantener tu hogar. Cada grado de más supone un 8% de incremento en la factura energética (unos 35 euros anuales).
Y una vez que tenemos estas reglas básicas… ¡Aquí van los consejos!
- Recuerda que para ventilar tu casa basta con abrir las ventanas 10 minutos al día.
- Durante las horas de sol, abre bien las cortinas y cuando empiece a despedirse, ciérralas para que no se escape el calor.
- Bajar las persianas, tapar las rendijas por donde se cuela el aire o colocar burletes son medidas que te pueden hacer ahorrar hasta un 15% en calefacción.
- Es recomendable que instales termostatos programables en cada estancia para calentar solo los espacios que se usan.
- Cierra cualquier cuarto que no se use. Las puertas cerradas hacen que ese cuarto sea una barrera entre tú y el aire frío.
- Forra unos paneles de cartón con papel de aluminio y colócalos entre el radiador y la pared para que el calor no se pierda y se proyecte hacia la habitación. ¡Funciona!
¡La decoración es tu aliada!
En general, los textiles abrigan la casa y aumentan la sensación de confort. "No hay mal tiempo, sino ropa inadecuada".
En el salón puedes colocar un sofá rinconero para evitar las fugas de calor pero además:
- Utiliza alfombras. Su aspecto es cálido y son decorativas. Las de lana y pelo largo son las campeonas del aislamiento y el calor. Si hay algún alérgico en la familia puedes usar las hechas de coco, algas, yute o sisal. Para que no se conviertan en un problema por la acumulación de polvo debes aspirarlas con frecuencia.
- Usa sábanas y fundas nórdicas de franela, de lana o algodón. Son las más adecuadas pues transpiran mucho mejor que las sintéticas.
- Que el calor se escapa, sobre todo por las ventanas, es una evidencia. Una manera de evitarlo es vestirlas con unas cortinas de tejido grueso, como terciopelo o lino rústico. Además de abrigar, las ventanas son elegantes y confortables.
- Los cojines y los plaids (las clásicas mantas) te ayudarán a crear un ambiente mucho más cálido. Los tonos rojos, marrones, ocres y beiges dan calor solo con verlos.
Paredes
Forrar las paredes más frías con madera, telas o corcho es una buena solución para conservar el calor.
También puedes colocar estanterías llenas de libros.
Luz
La iluminación también influye. Los puntos de luz suave y de tonalidad amarilla crean una atmósfera más cálida.
Medidas aislantes
Según se recoge en la Guía Práctica de la Energía de IDAE, también resultan útiles las mejoras en el aislamiento. Puedes colocar una capa de tres centímetros de corcho, fibra de vidrio o espuma de poliuretano.
Los burletes adhesivos de silicona o de caucho (más duraderos que los de espuma sintética) son muy eficaces en las ventanas. Además, también ahorras si descubres rendijas a su alrededor y las cubres con masilla o silicona.
Otra cosa que puedes hacer es revisar las tuberías de agua y gas. Si están expuestas a bajas temperaturas del exterior o pasan por lugares de la casa sin calefacción corren el peligro de congelarse y estallar.
Además, es recomendable apagar el termostato por la noche y volver a encenderlo por la mañana una vez que se ha ventilado la casa.
Y antes de terminar… ¡Qué no hacer!
No tender ropa en los radiadores. Si se dificulta la salida del aire caliente con muebles cercanos o ropa húmeda encima, el consumo será mayor y por tanto, también aumentará la cantidad a pagar en la factura. La ropa, mejor en el tendedero o en una secadora de alta eficiencia energética.