Manuela Martín
Practicopedia
¿Los gatos reconocen su nombre cuando los llamas?
La ciencia confirma que entienden cuando les llamamos, aunque tan solo muevan una oreja
Los investigadores de cognición felina al fin han confirmado algo que todos los que tenemos gatos llevábamos mucho tiempo preguntándonos: ¿mi gato es capaz de reconocer su nombre cuando le llamo? La respuesta, después de varios estudios, es afirmativa. Sí, nuestros gatos reconocen su nombre e incluso pueden distinguirlo entre palabras muy similares. Entonces, te estarás preguntando ¿por qué no acude cuando le llamo? A continuación, te damos las claves.
Un estudio de 2019 publicado en la revista Scientific Reports ha confirmado que los gatos responden más al sonido de su nombre que al de cualquier otra palabra.
Durante el estudio comprobaron que los gatos rara vez responden a su nombre con el mismo entusiasmo o energía que los perros. Cuando los llamamos, la reacción de la mayoría de los gatos suele ser un mero giro de oreja o un movimiento de cabeza. En algunos casos, los menos, moverán sus colas y, solo en algunas excepciones, responderán con maullidos.
Los investigadores, después de analizar el comportamiento de los felinos al llamarles por sus nombres detectaron que sí son capaces de distinguir su nombre frente a otras palabras, incluso cuando se menciona el nombre de otros gatos que vivan con ellos.
¿Por qué no vienen cuando les llamamos?
A pesar de todo, aunque la ciencia haya demostrado que los gatos entienden cuando les llamamos, no esperes que respondan como te gustaría.
Es decir, aunque te tires un buen rato a grito limpio llamando a tu gato, este, aunque te esté escuchando, no va a acudir a ti ya que, como te decíamos, su respuesta se basará en un mero movimiento de oreja.
Sin embargo, no te desesperes, hay formas de conseguir que tu gato acuda a tu llamada con la ayuda de profesionales y entrenamientos especiales para felinos.
¿Cuándo reaccionan los gatos?
Al igual que ocurre con otros animales como los perros es posible adiestrar a los gatos para que realicen ciertas acciones.
Los felinos aprenden a asociar un sonido con algo bueno o algo malo e incluso con aquellos sonidos que indican consecuencias específicas haciéndoles despertar en ellos una reacción.
Por ejemplo, cuando suena el cajón donde guardamos su comida preferida suelen acudir, del mismo modo que cuando escuchan una lata que se abre. También suelen acudir a la entrada de casa cuando escuchan nuestros pasos detrás de la puerta ya que saben que muy probablemente reciban alguna que otra caricia de bienvenida. Se trata de sonidos que han aprendido en positivo y que por lo tanto despiertan una reacción fuerte en ellos.
Por el contrario, también son capaces de alejarse o esconderse cuando escuchan el sonido de un secador, una batidora o la aspiradora.