Es una situación desesperante: llegas de vacaciones y, al abrir la puerta de casa, notas un olor hediondo. De repente, te das cuenta que el problema ha sido un corte de luz mientras estabas fuera y, como consecuencia, todos los alimentos se han echado a perder. ¿Qué podemos hacer después?
Si se ha estropeado comida después del apagón o algún aparato eléctrico ha sufrido daños, debes saber que tienes derecho a reclamar una indemnización a la empresa suministradora de electricidad por varias vías:
Por teléfono o por correo, tanto postal como e-mail.
En el caso de que no estés de acuerdo o recibas una respuesta en un mes, dirígete directamente a la oficina autonómica competente en materia de energía.
Asimismo, la mayoría de seguros del hogar incluyen como cobertura una indemnización para reponer alimentos que se hayan estropeado después de un corte de luz. Si es tu caso, adjunta fotografías de los alimentos estropeados para poder demostrarlo y así recibir la compensación económica.
Limpieza profunda
Tal y como advierte el Consejo Europeo de Información sobre Alimentación (Eufic), en esta situación pueden aparecer los microbios psicrotróficos, es decir, bacterias que crecen a bajas temperaturas y se pueden multiplicar rápidamente al aumentar el calor. Basta con limpiar profundamente y desinfectar para que el mal olor desaparezca y no sean peligrosos.
Ante esta situación, lo primero y más recomendable es sacar los alimentos en mal estado y llevar a cabo una limpieza profunda. La forma más sencilla de hacerlo y casi sin esfuerzo es limpiar toda la nevera con bicarbonato sódico y agua caliente y secar posteriormente las superficies. Otra opción sería utilizar agua con sal.
Además, es importante cubrir y aislar bien los productos que desprenden olores fuertes como cebollas o quesos, entre otros. Neutralizándolos con papel de plata, film o simplemente guardándolos en un táper con cierre hermético, conseguiremos que nuestra nevera no sea una fuente fuertes aromas.
Si aún estás a tiempo, pon a salvo la comida
En el momento del apagón, no sabemos si la electricidad se restablecerá en apenas unos minutos o si durará horas. En cualquier caso, la nevera y el frigorífico mantienen unas 4 horas el frío en su interior, por lo que lo mejor que podemos hacer es preservar el frío que conserve la nevera y el congelado, ¿cómo? Evitando abrir la puerta, ya que, de lo contrario, lo único que conseguimos es que suba la temperatura.
En cuanto a los alimentos, junta la comida en baldas para mantener el frío.
Cabe recordar que, como norma general, la temperatura de la nevera no debe superar los 4 grados, y la del congelador nunca debe ser superior a los 0 grados. Dentro del frigorífico, el frío se distribuye de diferente forma; la parte de arriba está mucho más fría que la de abajo, y los estantes de la puerta son el área más templada.
Si la luz vuelve después de cuatro horas, usa el termómetro de la nevera y congelador para comprobar la temperatura. A continuación, debes supervisar uno a uno el estado de cada alimento y considerar, según el tiempo que ha pasado y la temperatura a la que ha estado, si debe ir directamente a la basura o se puede salvar.
Sobre el autor:
Marta Vicente
Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.