Victoria Herrero
Practicopedia
Pautas de higiene y limpieza cuando tu mascota es un pequeño roedor
Victoria Herrero
Domingo 16 de febrero de 2020
ACTUALIZADO : Domingo 16 de febrero de 2020 a las 6:38 H
3 minutos
Tanto la jaula como su comedero y bebedero deben ser limpiados cada día de forma eficiente
Por muy pequeñas que sean, estas mascotas también manchan lo suyo. Por tanto, no debemos descuidar su higiene, como explican desde el centro veterinario Albayda, algo básico para cuidar de su bienestar y alejar todo rastro de enfermedades que puedan tener estos animales de compañía. Así, si quieres conocer las pautas de limpieza para tu diminuto animal sigue leyendo...
Su jaula debe estar impecable: es su hogar
Es esencial limpiar la jaula, tanto el interior como sus barrotes, para eliminar todo tipo de excrementos, así como evitar malos olores. Imprescindible que cada día hagas un repaso a los espacios donde come y bebe, así como limpiar el suelo de la jaula y los barrotes donde se frota cuando siente picor en su cuerpo. Así pues hay que utilizar agua caliente y jabón es suficiente para tenerlos relucientes y listos para un nuevo uso.
Por su parte, una vez cada 15 días o cada mes es recomendable para hacer una limpieza a fondo de todo su hogar. Si fuera necesario, con algún producto insecticida.
Productos recomendados para estos roedores
El suelo de la jaula de tu mascota es donde más se depositará la suciedad, así como restos de comida o humedad. Por ello, debe ser adecuado para este tipo de roedores. Y con adecuado no nos refereimos a usar arena de gato ni tampoco papel de periódico como normalmente se utiliza. El primer producto no es adecuado para ellos ya que esa sequedad puede afectar a sus patas; mientras que la tinta del diario es perjudicial al roerlas. Algo que hacen muy frecuentemente.
Tu mascota también debe pasar por chapa y pintura
No creas que tu mascota se libra de una buena higine. Aquí todo, y todos, deben estar bien limpitos. Pero no te vuelvas loco, no hace falta una ducha diaria ni mucho menos, ya que podrías dañar su pelo y piel. Lo mejor es un baño un par de veces al año y será más que suficiente para estos pequeños roedores.
Además, comparten con los gatos el hecho de que siempre se están lamiendo, por lo que suelen estar muy limpios. Emplea un jabón específico para ellos y para secarle usa una toalla.
Termina esta placentera rutina con un buen cepillado. Pero recuerda hacerlo de forma muy suave. Así, cuidarás su pelaje, mejorarás su circulación y le ayudarás en la época de muda.