Manuela Martín
Practicopedia
¿Huevo de gallina o de codorniz?
Los huevos de codorniz proporcionan cinco veces más hierro y potasio
El huevo que consumimos habitualmente, el de gallina, es un alimento muy saludable que contiene numerosos aminoácidos esenciales y es bajo en grasas. Sin embargo, ¿qué ocurre con los de codorniz?
Los huevos de codorniz también son ricos en proteínas y cuentan con grasas buenas para nuestro organismo. Concretamente contienen un 13 por ciento de proteínas en comparación con el 11 por ciento de los huevos de gallina.
Los huevos de codorniz tienen un alto contenido en vitaminas y minerales, destacando las vitaminas A, D, E, K y las del grupo B.
El consumo regular de huevos de codorniz ayuda en la lucha contra muchas enfermedades.
Aportan hierro a nuestro organismo que ayudan a prevenir y superar la anemia al aumentar los niveles corporales de hemoglobina mientras que van eliminando toxinas y metales pesados. Igualmente son ricos en calcio, potasio, magnesio, yodo y zinc.
Los huevos de codorniz combaten de manera natural los trastornos del tracto digestivo como las úlceras de estómago.
Igualmente, estos pequeños huevos ayudan a reforzar nuestro sistema inmune, protegen nuestra memoria. Al igual que los de gallina, son muy importantes para nuestra salud cerebral y nuestro sistema circulatorio.
El huevo de codorniz tiene un alto contenido de omega 3 y selenio, compuestos importantes para la regeneración de células y para proteger el sistema cardiovascular.
El comer huevos de codorniz y otros alimentos ricos en vitamina B2, puede ayudarnos a superar las migrañas y ser beneficiosos para mantener una buena salud ocular y de la piel.
Los alimentos ricos en vitamina B2 o riboflavina como este, también son útiles para mejorar problemas nerviosos como el insomnio, la ansiedad o el estrés.
A pesar de su pequeño tamaño, el huevo de codorniz proporcionalmente es mucho más rico en hierro y vitamina B1. Concretamente, los huevos de codorniz contienen un 140 por ciento de la vitamina B1 frente al 50 por ciento existente en los huevos de gallina. Además, los huevos de codorniz proporcionan cinco veces más hierro y potasio. Sin embargo, los de gallina contienen más vitamina A.
Para los hombres, los huevos de codorniz proporcionan fósforo, proteínas y vitaminas a la glándula de la próstata. A las mujeres el consumo de huevos de codorniz les mejora el color de la piel y les fortalece el cabello, estando muy presente en cosmética.
Aunque el de gallina por su tamaño nos resultará más saciante, lo cierto es que ambos son una excelente fuente de proteínas.