Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLa práctica de deporte o de ejercicio suave son siempre recomendables para mantenerse en buena forma pero, en ocasiones, previamente no realizamos un calentamiento y estiramiento muscular adecuado, o forzamos demasiado la musculatura, con lo que esta puede resentirse y aparecer lesiones.
Existen varias opciones para tratar estas lesiones: aplicación de calor, corrientes, masajes… y también una especie de vendajes, que seguro que has visto alguna vez, que se aplican con cintas de colores. Se trata de el kinesiotape.
El nombre kinesiotape hace referencia por un lado a la kinesiología, ciencia que estudia el movimiento (del griego kinesio, movimiento), y por el otro, al vendaje (en inglés tape): por tanto, podemos describirlo como un tipo de vendaje neuromuscular que se aplica con cintas en función del estado de los músculos y sus movimientos.
Este vendaje se utiliza para destensionar la zona lesionada. Se colocan las cintas sobre la piel para rebajar la presión que el músculo inflamado y contraído ejerce sobre las venas, arterias, vasos linfáticos y receptores del dolor y, así, permitir la correcta circulación del flujo sanguíneo y linfático y disminuir el dolor.
El uso de estas cintas es muy práctico porque:
Si bien se ha hablado sobre las contraindicaciones, estas no son por su uso sino por su mal uso, por cómo se han aplicado: no pueden utilizarse sobre heridas abiertas, quemaduras, zonas infectadas o con problemas de piel como dermatitis, eccemas o psoriasis. Además, es recomendable constatar que no producen ninguna alergia sobre la piel.
Las cintas están hechas de esparadrapo de algodón no medicalizado, son elásticas en sentido longitudinal, porosas y adhesivas. Se fijan en la piel en diferentes grados de tensión y alcanzan su mayor beneficio con el movimiento de quien las lleva.
Los vendajes pueden ser de muy diferentes colores, los más habituales son el rosa, negro, azul y beige y esta variedad no responde a tendencias o estética, sino a las bases de la cromoterapia, que otorga beneficios a los colores.
Esta ciencia da a los colores cálidos la capacidad de concentrar la temperatura y a los fríos, de dispersarla.
De esta manera en lesiones crónicas (sobrecarga muscular, déficit circulatorio…) se utilizarán cintas de colores cálidos como el rosa; y en procesos agudos (edemas, tendinitis…) serán más efectivas las de colores fríos como el azul. Por otro lado, los colores naranja y verde se utilizan siempre a la vista para tratar la hipocondría o el estrés.