Qué tomar y qué no ingerir en caso de intoxicación alimentaria

A lo largo de los años hemos oído multitud de mitos sobre la leche que es importante aclarar ya que es posible que estemos haciendo algunas cosas mal o renegando de muchas otras sin saberlo.

Intoxicación por mariscos

Es posible que a lo largo de tu vida hayas oído a alguien decirte que tomes algo de leche tras haber tomado un marisco o alimento en mal estado. Pues bien, has de saber que no hay nada científico ni demostrado al respecto. En el caso de una posible intoxicación, lo aconsejable precisamente es todo lo contrario, no tomar nada más para no aumentar los posibles problemas adversos y acudir al médico cuanto antes.

Comer leche después de comer pescado

Hay un falso mito que circula por las redes sobre la recomendación de no beber leche después de comer pescado porque puede aparecer problemas en la piel Se trata de algo totalmente falso. Se trata de un mito. En Pakistán, se cree ampliamente que si uno bebe leche después de comer pescado (o al revés), contrae una enfermedad de la piel. Esta es una idea inspirada en la religión hindú y es por eso que se ha convertido en una creencia tan poderosa en Pakistán.

Corta el zumo de naranja

Si mezclamos en un vaso zumo de naranja y leche veremos cómo esa mezcla se vuelve grumosa debido al pH diferente de ambos alimentos. Al tener el zumo un pH bajo, la leche se acidifica, separando el suero del resto de componentes. El estómago segrega ácidos con un pH mucho menor que un zumo o un refresco, por lo que la leche sufre el mismo proceso durante la digestión que si la consumimos con cualquier otro alimento: no pasa absolutamente nada.

Resaca

En este caso, es una verdad: la leche es buena para combatir la resaca. Este alimento aumenta el nivel de líquidos en el cuerpo, además de ser una gran fuente de calcio que nos ayudará a calmar la gastritis provocada por la ingesta de alcohol.

Engorda

La grasa que contiene un vaso de leche es muy baja, incluso en la entera. El tipo de grasa que contienen ayuda a transportar algunas de las vitaminas liposolubles que nos aporta, por lo que es beneficiosa y necesaria para nuestra alimentación diaria.

Produce intolerancias

Se trata de otro de los grandes mitos sobre la leche. La intolerancia es hacia la lactosa, la cual se manifiesta principalmente en edad adulta. En el caso de cualquier sospecha, es aconsejable acudir al médico para una evaluación.