Victoria Herrero
Practicopedia
¿Tu lavabo no funciona? Estas son las reparaciones más básicas y frecuentes que puedes hacer
No tienes que ser un experto para arreglar un grifo o una obstrucción por suciedad acumulada
Es uno de los contratiempos en el hogar que más molestias causan: un lavabo atascado o una fuga en las cañerías que hacen que tu aseo se convierta en una piscina en cuestión de minutos. Salvo mayores complicaciones, tú mismo puedes arreglar algunas de las averías más frecuentes en este sanitario. Nosotros te explicamos cómo hacerlo como si fueses un profesional.
Un grifo que gotea
Imagina la escena. Estás en tu cama a punto de dormirte y oyes cómo las gotas caen en un sonido desesperante. Tu grifo gotea y tienes que arreglarlo; algo que sucede cada cierto por el deterioro en su uso. Hacerlo no reviste de mayor complicación ya que en la mayoría de los casos cuando se produce una fuga de agua de este tipo lo que hay que hacer es cambiar la arandela de caucho, limpiar la cal que se ha acumulado en los grifos o revisar que la junta interior no esté deteriorada.
En este último caso, corta el paso del agua, desmonta este elemento y localiza el lugar por donde se escapa el agua. Una vez que hayas sustituido esa junta por una nueva del mismo tamaño, vuelve a enroscar todas las piezas del grifo y ya con el agua dada, comprueba que todo está perfecto.
¿Y si el problema está en el desagüe del lavabo?
Otro de los problemas puede venir del desagüe del lavabo. Lo mejor es que aproveches esta circunstancia para cambiarlo y optar por uno automático. El primer paso, tras cortar el agua, es aflojar las tuercas de los tornillos que sujetan el lavabo a la pared y levantar el lavabo. Ahora es el momento de quitar el tornillo central de la rejilla, sacar esta y retirar también la pieza que sirve de nexo de unión entre el desagüe y el sifón de tu lavabo.
Coloca ahora el nuevo modelo automático (en la tienda te habrán recomendado el que mejor se ajusta a tu lavabo) y sujétalo con firmeza con la tuerca evitando que las juntas de estanqueidad de la parte superior e inferior se muevan de su sitio. Como paso final, conecta el sifón a la válvula del desagüe y comprueba, ya con agua, que va perfectamente.
Lavabo atascado
Es una de las situaciones que más se repiten en los baños, sobre todo debido a restos de pelo, suciedad, jabón y otros productos cosméticos. Para arreglar esta avería, podemos usar un producto específico para ello o bien, emplear una solución de bicarbonato con vinagre que echaremos sobre el desagüe.
Dejamos esa mezcla el tiempo que sea necesario hasta que veamos que va actuando sobre ese tapón que se ha formado en el lavabo y que impide el paso del agua. Una vez listo, echa agua hirviendo para eliminar del todo algún que otro resto de suciedad un tanto resistente.
Si, pese a todo, ese atascamiento persiste, no te quedará otro remedio que desmontar el sifón para retirar y limpiar ese tapón causante del problema.