Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autor¿Es verdad que lavar el pelo a diario lo estropea nuestra melena? ¿O que utilizar champú daña el cuero cabelludo? Existen diversos mitos sobre el cuidado del cabello y el uso de los champús, como por ejemplo la frecuencia que la que debemos lavarlo. Lo cierto es que no todas las personas tenemos la necesidad de lavarnos el cabello con la misma frecuencia, para retirar los residuos que se acumulan en él.
Tal y como explica el Dr. David Saceda en su blog, el lavado del pelo no sirve solamente para limpiar el cabello, también es una oportunidad muy buena para hidratar el pelo. Para ello hay que elegir el mejor tipo de champú para cada persona, y acompañarlo de acondicionador o mascarilla cuando sea necesario para mantener su brillo o textura y evitar que el tallo piloso se dañe. Los expertos recomiendan lavar el pelo con la frecuencia que sea necesaria para que lo veamos limpio y sano (ya sea a diario, en días alternos, o cada 3 días). Lo importante es que prestemos atención la calidad del cabello pra detectar si le estamos dando lo que necesita. De modo que si está demasiado seco, quebradizo o encrespado puede ser que requiera de una mayor hidratación, algo que con los productos adecuados podremos compensar en cada lavado.
En cuanto a los champús, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recuerda que cuando no existe ninguna alteración del cuero cabelludo ni del cabello, se debe usar simplemente un champú que limpie, sin aditivos farmacológicos de ningún tipo.
Si el cuero cabelludo está sano pero el cabello tiene defectos estéticos hay que comprar un champú adecuado al tipo de alteración que padecemos. Si es seco, con grasas adicionadas; si es graso con astringentes; si tiene las puntas abiertas, con siliconas protectoras o queratinas; si es muy rizado, con alisadores; y si es muy lacio, con voluminizadores. Además, la AEDV aconseja que si usamos un champú de tratamiento, lo compremos en farmacia, ya que asegura la calidad de los ingredientes.
En cualquier caso, lo que podemos esperar de un champú es una ayuda en el tratamiento de las patologías, pero no la curación de las mismas. Si nuestro problema es la caspa, ésta puede llegar a desaparecer con champús anticaspa siempre que se usen a diario mientras haya síntomas. Pero la grasa no desaparece ni disminuye con los champús, ya que se rige por impulsos hormonales. Solamente podemos consiguir una mayor limpieza y un mejor aspecto de nuestra melena si usamos champús antigrasa.
En cuanto a cómo debemos aplicar el champú, mientras que en le caso de los champús de higiene diaria usaremos una pequeña cantidad, aclarando y repitiendo la aplicación con un suave masaje en el cuero cabelludo; los champús de tratamiento requieren después de la primera aplicación, una segunda en la que se deje actuar el producto sobre el cuero cabelludo unos 5 a 7 minutos para alcanzar el objetivo. De forma que si queremos un champú para tratar la caída del cabello debemos tener la paciencia para aplicarlo con el tiempo recomendado, en caso contrario no sacaremos todo el partido al producto.
También es normal que un champú que nos ha funcionado muy bien durante un tiempo deje de hacerlo con la misma efectividad, ya que la edad, la época del año o el estrés pueden modificar la cantidad de sebo que el cuero cabelludo segrega y obligarnos a cambiar nuestros hábitos de lavado.