Pedro Ramírez
Practicopedia
¿Qué pasa si pongo leche en una cafetera italiana?
Descubre las inesperadas consecuencias que esto podría tener
Seguramente hayas escuchado alguna vez algún supuesto “truco revolucionario” para hacer mejor tu café con la cafetera italiana. Algunos de estos tienen mucho sentido, como, por ejemplo, añadir una cucharada de agua fría a la parte superior de la cafetera para que se mezcle con el café recién hecho y que este no se sobrecaliente y se acabe quemando. Sin embargo, otros de estos consejos son inútiles, empeoran el resultado o pueden llegar a ser peligrosos.
Un ejemplo de esto es una nueva forma que se ha ido difundiendo últimamente a través de redes sociales como TikTok y que consiste en sustituir el agua de tu moka por leche para hacer un café con leche. Esto puede resultar contraproducente e incluso peligroso, pero para explicar por qué primero es necesario entender el funcionamiento de una cafetera italiana.
Cómo funciona una cafetera italiana
Probablemente la mayoría de nosotros sepamos usar una cafetera italiana pero ¿todos sabemos cómo funciona exactamente?
Este tipo de cafeteras, también llamadas moka o cafeteras espresso, fueron inventadas por Alfonso Bialetti, de la famosa compañía Bialetti, allá por el 1933. Su creación ha permitido elaborar el café de una manera rápida, sencilla y de razonable calidad. Además, su diseño se ha convertido en todo un icono, llegando incluso a ser expuesto en museos.
Estas cafeteras constan de una parte inferior, parecida a un cuenco, donde se introduce el agua. Esta parte tiene una válvula de seguridad que permite expulsar el exceso de vapor de agua fruto de la presión. Además, cuenta con una rosca que encaja con la parte superior. Esta conecta con la parte inferior, previo paso por un filtro, a través de una pipeta por donde sale el café, ya elaborado. Entre ambas partes encontramos un recipiente, con forma de embudo, en el cual depositamos el café molido.
El funcionamiento es simple: El agua de la parte inferior se calienta, usando cualquier tipo de estufa, alcanzando altas temperaturas, se expande y sube hacia la parte superior. Pasa por el recipiente donde encontramos el café que, debido a su temperatura, se infusiona con el agua, y sigue subiendo hasta llegar a la parte superior, donde encontramos el café ya completamente preparado para consumirlo. Entonces ¿qué ocurre si usamos leche en lugar de agua?
Por qué no debemos usar leche
Parece una buena idea: sustituimos el agua por leche, esta infusiona con el café y tenemos como resultado ¡café con leche! Pero la realidad es que es mejor no hacer esto. Una cafetera moka está diseñada para usarla con agua, y todo lo que no sea agua puede tener resultados catastróficos.
La leche, en concreto, es más espesa que el agua y reacciona de forma muy distinta cuando se calienta. Crea burbujas que pueden obstruir el conducto de salida, no se mezcla bien con el café y puede bloquear también la válvula de seguridad. Esto puede generar una peligrosa sobrepresión que podría hacer que la cafetera acabe explotando.
Además, incluso sin tener en cuenta los evidentes riesgos y suponiendo que funcionara correctamente, las grasas que tiene la leche podrían sobrecalentarse, quemarse y producir así un sabor amargo un tanto desagradable. Por otro lado, los restos de leche en la propia cafetera italiana resultan mucho más complicados de limpiar.
Una alternativa
Es por esto que, si queremos preparar un buen café con leche usando una cafetera moka podemos recurrir a una alternativa mucho más segura y fácil. Esto consiste en poner leche en la parte superior para que se mezcle con el café recién elaborado.
Sin embargo, hay que tener en cuenta una importante precaución. Debemos calcular la cantidad de leche a echar para que esta no acabe desbordando cuando salga el café. Para hacerlo, una recomendación es llenar la parte inferior con la mitad de agua y la parte superior con la otra mitad de leche. De esta forma, quedará perfectamente distribuido cuando se elabore.
Por lo tanto, ya sabemos por qué no debemos sustituir el agua por leche en una cafetera italiana. Deja de hacerlo siempre y cuando tu objetivo no sea generar una buena explosión y crear una pequeña exposición de arte moderno en las paredes de la cocina.