Anna Blanco
Practicopedia
Limpiar las gafas sin dañarlas en 6 pasos
Malos hábitos como utilizar nuestra ropa para limpiar las gafas pueden acabar dañando los cristales
Prácticamente sin excepción, todos los que llevamos gafas hemos utilizado alguna vez, al verlas sucias, la ropa que llevamos para limpiarlas (la camiseta de algodón nos parece perfecta). Echamos vaho sobre los cristales, estiramos la camiseta, las limpiamos y seguimos con lo nuestro. Pues bien, es un grave error porque las prendas pueden contener partículas de polvo que, además de no limpiarlas completamente, pueden llegar a rayar las lentes.
Además, debido a la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, debemos ser más precavidos y cuidadosos con las medidas de higiene. En este sentido, limpiar nuestras gafas con el vaho y una prenda de ropa puede ser una fuente de contagio.
Y puestos a revisar malos hábitos a la hora de limpiar las gafas, tampoco es aconsejable utilizar papel de cocina, higiénico o servilletas porque dejan un residuo de pelusa que actúa como exfoliante y araña la superficie del cristal. Lo que sí recomiendan los expertos son toallitas de papel húmedas especialmente diseñadas para lentes.
Dicho esto, veamos cómo limpiar correctamente nuestras lentes paso a paso:
- Primero de todo debemos lavarnos y secar completamente las manos para que no tengan ningún resto de crema, grasa o suciedad que pueda desbaratar nuestro objetivo.
- Tras lavarnos las manos, colocamos las gafas directamente bajo el grifo con agua templada (no ha de estar caliente para no dañarlas) y las mojamos bien durante unos 20 segundos. Así, el agua se llevará el polvo o cualquier resto sin perjudicar las lentes.
- A continuación, ponemos una gota de lavaplatos líquido en cada cristal. El jabón no ha de tener cremas o cuidados especiales para manos porque entonces son grasos y no nos interesa. Si no tenemos lavaplatos a mano, también podemos utilizar un jabón neutro.
- El siguiente paso es frotar con los dedos ambos lados de las lentes para repartir el jabón. No olvidarnos de los extremos donde se unen cristal y montura, las patillas y la zona de apoyo en la nariz.
- Tras frotar con el jabón, debemos enjuagar bien con agua hasta que no quede ningún resto de espuma (si no es así, al secarse quedarán marcas y manchas del jabón) y sacudirlas bien para eliminar el exceso de agua antes de secarlas.
- Por último, secamos las gafas con una toalla anti-pelusas para no dejar ningún rastro. Una de algodón puede servirnos y debemos asegurarnos de que está completamente limpia. Para rematar el trabajo, podemos repasar las lentes con un trapo de microfibra especial para gafas.