Mariola Báez
Practicopedia
¿Cuándo es importante limpiar los ojos a tu mascota y cómo hacerlo de forma sencilla?
Tu mascota puede tener una pequeña herida o una infección ocular que no debes pasar por alto
Los animales pueden presentar problemas y enfermedades oculares exactamente igual que las personas y es importante prestarles la debida atención. Unos ojos enrojecidos o que lagrimean de forma constante, unos párpados inflamados (sobre todo si se trata del tercer párpado, propio de los gatos) o unas legañas que impiden que tu mascota pueda abrir los ojos requieren, sin demora, una consulta con el veterinario, porque podrían ser síntoma de múltiples patologías, desde una conjuntivitis a una grave y dolorosa uveítis.
La imprescindible higiene ocular
No hay que alarmarse y conviene recordar que, en un momento dado, tu mascota puede tener unas legañas “moderadas” o una pequeña molestia en los ojos, que hace que acerque su pata constantemente a la cara intentando encontrar alivio. Generalmente, esto no reviste mayor importancia.
Aun así, si tu perro o tu gato hacen ese gesto fácilmente reconocible, siempre es conveniente una minima revisión. Una piedrecita, tierra que ha entrado en sus ojos mientras jugaba en el parque, una brizna de paja o un mal encuentro con otro animal pueden haber provocado una herida, casi inapreciable, en algún punto del ojo, que requiere una sencilla limpieza que evite complicaciones en forma de infecciones más o menos graves.
Limpiar los ojos a tu mascota es muy fácil y es algo que no debería limitarse al momento en el que detectas algo anormal. Por ejemplo, cuando notes un exceso de legañas, conviene retirarlas, especialmente en el caso de los cachorros que aún no saben “asesarse” convenientemente. Retirar esas legañas no cuesta nada y él se sentirá mejor. Si acostumbras a tu mascota a hacer esta limpieza ocular con relativa frecuencia, se convertirá en un hábito normal y no te supondrá problema alguno.
Para llevarlo a cabo con éxito, algunos consejos básicos son:
- Busca un lugar tranquilo donde el animal se sienta a gusto y no intuya que vas a hacer algo que no le va a gustar.
- Observa los ojos de tu mascota y retira, siempre que sea posible, cualquier mínima partícula que creas que le está provocando esas molestias. En razas de perros y gatos de pelo largo, es frecuente que sea el propio cabello el causante, al introducirse en los ojos del animal.
- A la hora de limpiar los ojos de tu mascota, utiliza siempre guantes. Si las legañas tienen un origen infeccioso, podrías por contacto acabar contrayendo tú también la infección.
- Los ojos de un animal siempre han de limpiarse con gasas esterilizadas, no con algodón, para evitar que queden fibras adheridas. Tampoco utilices pinzas o bastoncillos si no lo tienes absolutamente claro porque podrías hacerle daño
- Limpia los ojos únicamente con agua hervida y templada o suero fisiológico. La infusión de manzanilla, si hay inflamación, también puede resultar aconsejable.
- Usa una gasa para cada ojo y limpia siempre de dentro hacia afuera, es decir, desde el lagrimal hacia el ángulo externo del ojo.