Anna Blanco
Practicopedia
Los perros se estresan si nosotros lo estamos
Los perros son sensibles a los estados anímicos de sus dueños, incluido el estrés
Los perros se contagian de los estados de ánimo de sus dueños. Probablemente, a muchos profesionales que trabajan con estos animales o a sus dueños no les va a sorprender esta afirmación porque ya saben por experiencia, al compartir su vida con un perro, que estos captan sus estados de ánimo a la perfección. Y si no, solo hay que poner los ejemplos de cómo un perro ladra si nota que su dueño tiene aprensión o miedo de algo o cómo no se separa de su lado si lo nota triste.
Esta sensibilidad de los perros hacia sus propietarios les convierte en los mejores compañeros de vida pero, a la vez, también tiene su contrapartida. Y es que a los canes también les afecta el estrés de sus dueño, es decir, padecen estrés si su humano lo tiene.
Esto es lo que concluyó un estudio llevado a cabo en la Universidad de Linköping (Suecia) que demostró la existencia de una correlación y sincronización hormonal y emocional a largo plazo entre personas y sus perros. En la investigación se midió la concentración de cortisol (la hormona del estrés) en el pelo de 58 perros (de las razas pastores Shetland y collies) y sus dueños durante un año.
Además, para completar el estudio, los dueños también rellenaron un cuestionario de personalidad denominado "los Cinco Grandes", que analiza los rasgos relacionados con la sociabilidad, responsabilidad, apertura, amabilidad y neuroticismo (inestabilidad emocional). Se trata de uno de los modelos psicológicos más conocidos y se utiliza para definir la personalidad de los sujetos en estudio. Y, después de acabar sus preguntas, los dueños de los perros tuvieron que hacer lo propio con los rasgos de sus animales.
Al estudiar los resultados (tanto de los análisis de cortisol en los pelos de dueños y perros como de los cuestionarios), comprobaron que cuando los niveles de cortisol eran elevados en los humanos, también lo eran en sus perros (especialmente en las hembras). Además, los niveles altos se daban independientemente de cómo fuera la 'personalidad' de las mascotas. Por tanto, quedaba demostrado que los niveles de estrés de las personas y los perros con los que conviven se coordinan. Y que son los humanos los que afectan a sus perros y no al revés, porque es la personalidad del humano la que influye en el nivel de cortisol del pelo de su mascota en lugar de la propia personalidad del can.
En definitiva, los dueños de perro no solo tienen la responsabilidad de procurar su bienestar físico sino también el emocional y ante un comportamiento que denota estrés de nuestro perro además de mirarlo a él tendremos que pensar cómo nos encontramos anímicamente para ver si su conducta no es más que un reflejo de nuestro estado.