Comienzan las operaciones verano y las familias nos lanzamos a la carretera. Largos viajes para ir a segundas residencias, playas, visitas de familiares, etc. que nos obligan a revisar nuestros coches para comprobar si están preparados para los kilómetros que se presentan. En muchas ocasiones esta revisión se queda en los aspectos más técnicos y en aquellos que marca la ley, como la obligación de llevar un triángulo y un chaleco.
Aun así hay otros elementos muy útiles que pueden componer un “kit de supervivencia” para viajes largos.
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Extintor: No sirve para apagar un gran fuego, pero ayudará a sofocar un pequeño incendio antes de que llegue a eso.
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Botiquín. Siempre puede resultar útil, pero ¿qué debemos meter dentro? Podemos pensar en unos básicos como tiritas, guantes de un solo uso, unas pinzas para extraer pequeñas astillas, vendas, unas tijeras pequeñas, alcohol, yodo. Además si nos lo tomamos en serio, podemos acudir a algún cursillo de pequeños auxilios.
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Martillo. No es para defensa personal, sino para romper las ventanas desde dentro si fuera necesario. Si es posible, que sea de los que llevan incorporado un cúter, y así usarlo para cortar el cinturón de seguridad si este se hubiera trabado y necesitáramos salir del coche con urgencia.
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Linterna. Es uno de los básicos a llevar en todo coche. También es típico que cuando vayamos a utilizarla se hayan gastado o sulfatado las pilas. Para evitar esto, o bien revisa las pilas a menudo, o bien lleva una linterna de recarga manual tipo dinamo.
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Rasqueta. Importante para quitar el hielo en época invernal.
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Recipiente. Podremos llevar una botella de plástico de medio o de un litro vacía, pero también podremos tener una con agua y otra con algo de combustible.
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Herramientas: Con un destornillador de tamaño medio de estrella y otro plano, unos alicates para hacer fuerza y un juego de llaves Allen será más que suficiente.
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Alambre y/o cinta adhesiva. También sirve cualquier cuerda o bridas con la que poder atar algo o sujetar una pieza del coche que se ha desprendido.
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Bolígrafo y papel. Este conocido tándem es de lo más práctico, ya que puede servirnos tanto para rellenar un parte de accidente, como para escribir una nota rápida que dejar a la vista del controlador del aparcamiento.
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Cargador para el móvil. No solo es práctico llevarlo por si te quedas sin batería para mirar el WhatsApp, lo es más por si te quedas tirado y con el móvil fuera de servicio para llamar a la grúa.
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Algo de dinero. Para que podamos utilizarlo en las situaciones más inverosímiles, esas en las que nunca hay un cajero cerca.
Con este kit de supervivencia podemos echarnos a la carretera sin ningún miedo y seguros de que llegaremos a nuestro destino para disfrutar del verano.