Cómo las pajitas comestibles evitan un mayor volumen de residuos de plástico

Con la llegada de la Hora del Planeta, desde WWF España proponían tres retos que superar el 30 de marzo. Uno de ellos es precisamente una de las grandes problemáticas a las que nos tenemos que enfrentar como sociedad, especialmente si queremos seguir conservando la buena salud del medio ambiente: el impacto de los desechos de plásticos en los océanos. 

En 2050 habrá más plásticos que peces en el mar

Según la propia organización, en el año 2050 en el mar tendremos más plásticos que peces. Actualmente se estima que vertemos, de manera anual, 100 millones de toneladas de residuos de plásticos al planeta. La mayoría de ellos tienen como destino las aguas de todo el mundo.

Greenpeace también advierte de los peligros, señalando que, de manera diaria, se abandonan un total de 30 millones de latas y botellas de plástico en España. Por su naturaleza, la degradación de los plásticos se estima que puede llegar a alargarse en el tiempo con una duración de entre décadas hasta cientos de años. Una huella ecológica de la que, en muchos casos, no tenemos conciencia. 

Pajitas comestibles y biodegradables

Hasta 500 millones de años puede tardar una pajita convencional en descomponerse. Si multiplicamos esta cantidad, por los más de 13 millones de pajitas que tiramos a la basura todos los días, podemos hacernos una idea del impacto medioambiental que tienen las mismas. En los últimos años han aparecido diversas iniciativas para luchar contra esta gran problemática. Una de las más importantes es la que ha hecho referencia a la aparición de las pajitas comestibles y biodegradables.

Por medio de ellas se pretende erradicar por completo el impacto que el plástico de las pajitas tienen en nuestro planeta. Sus ventajas son múltiples, además de un nulo impacto ecológico, nos permite escoger entre diferentes sabores con las que podremos acompañar a nuestra bebida favorita.

En España se estima que el uso de pajitas tradicionales es uno de los más altos de Europa. Con un total de 110 pajitas por cada habitante al año. Si todos consiguiéramos sustituir las pajitas tradicionales por las biodegradables, estaríamos dejando de contaminar nuestro planeta con hasta 13 millones de pajitas al día.