María Martínez Denia
Practicopedia
Pajitas de papel: ¿son mejores que las de plástico?
Descubre que este tipo de pajitas tienen sustancias químicas duraderas y potencialmente tóxicas
Los sénior y la sostenibilidad: un colectivo comprometido con el medio ambiente y el reciclaje
El cambio climático ya está aquí, y desde hace varios años los ciudadanos buscan formas de paliar esta situación climática, a través de pequeñas acciones. Una de las más sencillas y, hasta el momento, eficiente, era el uso de pajitas de papel en sustitución a las clásicas de plástico. Sin embargo, un nuevo estudio descubre que este tipo de pajitas "ecológicas", contienen sustancias químicas duraderas y potencialmente tóxicas.
La investigación publicada en la revista 'Food Additives and Contaminants', es el primer análisis de este tipo realizado en Europa, y sólo el segundo en el mundo. Un grupo de investigadores belgas, analizaron 39 marcas de pajitas en busca del grupo de sustancias químicas sintéticas conocidas como sustancias poli y perfluoroalquiladas (PFAS).
El estudio, halló PFAS en la mayoría de las pajitas analizadas, sobre todo en las de papel y bambú. Los PFAS se utilizan para fabricar productos cotidianos, desde ropa de exterior hasta sartenes antiadherentes, resistentes al agua, el calor y las manchas.
No obstante, este material es potencialmente nocivo para las personas y la fauna. Se han asociado a una serie de problemas de salud, como una menor respuesta a las vacunas, menor peso al nacer, enfermedades tiroideas, aumento de los niveles de colesterol, daños hepáticos, cáncer de riñón y cáncer testicular.
Respecto al medio ambiente, este componente resulta muy dañino ya que se descompone muy lentamente con el tiempo y puede persistir durante miles de años, una propiedad que ha hecho que se les conozca como "sustancias químicas para siempre."
Un número creciente de países han prohibido la venta de productos de plástico de un solo uso, incluidas las pajitas para beber, y las versiones de origen vegetal se han convertido en alternativas populares. A pesar de que las pajitas fabricadas con materiales vegetales, como el papel y el bambú, suelen anunciarse como más sostenibles y ecológicas que las de plástico, la presencia de PFAS apunta a que esta afirmación no es verdadera.
El análisis de cada material y su presencia de PFAS
El estudio belga analizó 39 marcas distintas de pajitas de cinco materiales: papel, bambú, vidrio, acero inoxidable y plástico.
Las pajitas, que se obtuvieron principalmente en tiendas, supermercados y restaurantes de comida rápida, se sometieron a dos rondas de pruebas de detección de PFAS. La mayoría de las marcas (27/39, 69%) contenían PFAS, con 18 PFAS diferentes detectados en total.
Las pajitas de papel eran las más propensas a contener PFAS, con sustancias químicas detectadas en 18/20 (90%) de las marcas analizadas. También se detectaron PFAS en 4/5 (80%) marcas de pajitas de bambú, 3/4 (75%) de las marcas de pajitas de plástico y 2/5 (40%) marcas de pajitas de vidrio. No se detectaron en ninguno de los cinco tipos de paja de acero analizados.
El PFA más comúnmente encontrado, el ácido perfluorooctanoico (PFOA), está prohibido en todo el mundo desde 2020. También se detectaron ácido trifluoroacético (TFA) y ácido trifluorometanosulfónico (TFMS), PFAS de "cadena ultracorta" muy solubles en agua, por lo que podrían filtrarse de las pajitas a las bebidas.
Como conclusión, los investigadores destacan que las concentraciones de PFAS eran bajas y, teniendo en cuenta que la mayoría de la gente suele utilizar las pajitas sólo ocasionalmente, suponen un riesgo limitado para la salud humana. Sin embargo, los PFAS pueden permanecer en el organismo durante muchos años, aumentado las concentraciones con el tiempo y sumándose con la carga química ya presente en el organismo.
Lo que aún no se sabe es si los PFAS fueron añadidos a las pajitas por los fabricantes para impermeabilizarlas o si fueron el resultado de una contaminación. La primera opción es posible ya que los fabricantes pudieran usarlo como recubrimiento hidrófugo. Por otro lado, apuntan como fuentes de contaminación ya que podría estar en el suelo en el que se cultivaron los materiales vegetales y en el agua utilizada en el proceso de fabricación. En sustitución a este tipo de pajitas ya mencionadas, los investigadores recomiendan el uso de pajitas de acero.