Pasos para eliminar marcas de lejía de la encimera

Cuando limpiamos la encimera de la cocina, utilizar una bayeta húmeda para retirar las manchas y un paño seco con una gota de multiusos es la mejor opción para que quede impoluta. Pero a menudo, usamos una solución diluida de lejía y agua caliente para limpiar y desinfectar encimeras y electrodomésticos en cocinas y baños. Aunque generalmente es un producto seguro en la mayoría de los materiales no porosos, debemos ser conscientes que puede causar manchas si se deja reposar por mucho tiempo sobre encimeras de tableros laminados, granito, cuarzo o cemento pulido. También las encimeras antiguas son más propensas a las manchas de lejía por el desgaste sufrido con los años. 

Los tableros laminados están diseñados para resistir una gran cantidad de líquidos que producen manchas, pero algunas encimeras se mancharán más fácilmente que otras. Si nuestra encimera tiene manhcas de lejía, será necesario lijar y reparar el área con un papel de lija de grano 150 y un kit de reparación de laminado para recrear el color de las planchas dañadas. Después de lijar y reparar, es necesario volver a sellar el laminado y aplicar un pulidor de encimeras laminado que sea duradero para evitar futuros disgustos. Mantener el laminado bien protegido con un pulidor de encimeras reduce el potencial de una futura mancha de lejía en la encimera.

Si la mancha es en una encimera de granito negro, es muy probable que haya eliminado la capa protectora superior de la piedra natural. Porque, aunque se puede usar lejía para limpiar el granito, si se deja que el líquido corrosivo se asiente demasiado tiempo sobre el material, puede atravesar la capa protectora y crear una mancha. Esto es particularmente notable en encimeras de granito o cuarzo oscuros porque con el color destaca más.

Para solucionarlo, mezclaremos polvos de talco con peróxido de hidrógeno (o agua oxigenada) en una pasta espesa que debemos aplicar sobre la mancha. Cubriremos esta capa de cataplasma con una envoltura de plástico y la fijaremos con cinta adhesiva para que el área permanezca húmeda y la cataplasma activa sobre la mancha. Después de pasadas 24 horas podemos retirar el plástico y dejar que la solución se seque por completo. Con un raspador quitaremos la cataplasma seca y limpiaremos la zona con agua y jabón. Siempre prueba primero sobre un área pequeña para asegurarte de que el talco en polvo y la mezcla de peróxido de hidrógeno no manchen ni dañen más el material.

En el caso de que la mancha de lejía esté una mesa de piedra se puede quitar haciendo una cataplasma de talco en polvo y agua oxigenada de igual modo que hemos hecho para el granito.