Pasos para recuperar una planta tras las vacaciones

A pocas personas no nos habrá pasado lo de encontrarnos una planta marchita a la vuelta de las vacaciones, con las hojas secas y toda mustia. Puede ser debido a que el sistema de riego previsto para los días de nuestra ausencia no haya sido suficiente o que, simplemente, nos hayamos olvidado de prepararlo. En cualquier caso, el resultado es una sorpresa desagradable al volver a casa.

Pero antes de coger la planta y tirarla directamente a la basura o inundarla con agua para ver si revive, es bueno seguir una serie de consejos para conseguir recuperarla y poder volver a disfrutar de sus hojas verdes. 

Los expertos recomiendan que, tras un primer riego controlado de emergencia, el siguiente paso es eliminar los tallos y flores marchitas para que la planta no siga haciendo el esfuerzo de enviarles salvia y nutrientes. De hecho, este cuidado de ir eliminando hojas y tallos secos es algo recomendable de hacer a lo largo del año para que la planta tenga más fuerza para dedicarle a las partes sanas. 

El siguiente consejo a aplicar a la hora de recuperar una planta seca, es ver si, además de la falta de agua, hay otros aspectos que han influido en su deterioro. Por ejemplo, que haya estado expuesta en exceso a la luz del sol directa. En este caso, y aunque sea una planta que le gusta el sol, será conveniente que durante el período de recuperación la coloquemos en un lugar menos soleado. Solo cuando la planta se haya recuperado, podrá volver a su sitio habitual. Otro aspecto a valorar, además de si ha habido un exceso de luz solar, es si durante nuestra ausencia ha sido atacada por alguna plaga por lo que deberemos hacer una revisión completa para evitar cualquier sorpresa desagradable. 

Eliminados tallos y hojas secas, colocada la planta en un lugar luminoso, pero no soleado y asegurada la no existencia de plagas, es hora de concentrarnos en recuperar una humedad adecuada. Es decir, no debemos ahogarla en agua para recuperar el tiempo perdido sino en hacer una correcta hidratación. Para empezar, mejor si eliminamos la capa superficial de tierra para facilitar que el agua pase a través del sustrato. 

Si con los pasos anteriores y tras unos pocos días, la planta no mejora de forma evidente, quizás también sea necesario trasplantarla a una maceta más grande y con sustrato nuevo. Lo de la maceta más grande es para que las raíces tengan más sitio para crecer, algo fundamental para que la planta rebrote. Por otra parte, el sustrato nuevo aportará a la planta los nutrientes necesarios para superar la mala situación.

Y, por último, un consejo más para recuperar nuestra planta es hidratar las hojas para combatir la sequedad ambiental si es necesario. Incluso, podemos crear una especie de invernadero colocando una bolsa por encima de la planta después de regarla (habrá que evitar que le dé el sol directo para no tener el efecto contrario de lo que buscamos).