Anna Blanco
Practicopedia
Recomendaciones para vestir en días de mucho calor
El tipo de tejido o el color son algunas de las cosas a tener en cuenta al vestirse en verano
Cuando los termómetros superan los 30 o 35 grados de temperatura, algo que es habitual en muchas partes de nuestra geografía en verano, hay momentos en que podemos llegar a echar de menos los fríos meses de invierno. Per más importante es que, además de incómodas, las altas temperaturas pueden suponer un peligro para nuestra salud como los temibles golpes de calor, las insolaciones o la deshidratación.
Para poder superar con éxito el calor intenso además de seguir unos consejos claves como beber mucha agua, no salir en las horas de más calor o protegerse del sol directo como aconseja el ministerio de sanidad, también es importante saber vestirse acorde con las temperaturas.
A continuación unos consejos para que nuestra ropa sea un aliado para combatir el calor:
Evitar los colores oscuros
Es conocido que el color negro o las tonalidades oscuras retienen el calor por lo que no son una buena opción para vestir los días en los que la canícula aprieta. Por otra parte, colores intensos como el rojo también actúan como atrayentes del calor así que mejor descartarlos.
Esto nos lleva, obviamente, a que debemos optar por colores claros (blancos y pasteles) porque reflejan la luz y el calor lo que nos servirá para repeler las altas temperatura. Pasa lo mismo con los colores vivos como el amarillo o el naranja.
Mejor si es ropa ligera
A la hora de escoger prendas de nuestro armario, otro detalle a tener en cuenta es su peso: un tejido que no sea fino no facilitará nuestros movimientos lo que puede provocar que la sensación de calor sea mayor.
Y holgada
Unos tejanos estrechos, por ejemplo, no son nada recomendables para un día de calor. La ropa ajustada provoca que transpiremos menos y, por ende, más sudor. Además, las prendas holgadas siempre dejarán pasar más aire lo que nos hará más llevaderos estos días calurosos.
El tejido importa
El algodón debería ser el tejido protagonista para estos días. Es una tela fresca que, al igual que el lino o la seda, no da calor. Por el contrario, deberíamos evitar las prendas de poliéster o fibra sintética ya que tienen poca ventilación y aumentan la temperatura corporal.
Vigilar cómo 'vestimos' nuestros pies
Los pies son uno de los termostatos de nuestro cuerpo por lo que, si llevamos calzado inapropiado para días de calor, nos afectará a todo el cuerpo.
Proteger nuestra cabeza
Y de los pies pasamos al otro extremo de nuestro cuerpo porque un sombrero, una gorra o, incluso, un pañuelo cubriendo nuestra cabeza evitarán que nos dé el sol directamente en la cabeza. Mejor si utilizamos gorras o sombreros con ventilación para que pueda entrar y salir el aire.
Y también nos ayudará a combatir el calor
- Llevar una botellita de agua siempre encima ya que estar bien hidratados ayuda a mantener la regulación normal del cuerpo.
- Mejor el pelo recogido para despejar la nuca
- Un calzado con la suela demasiado fina puede ser perjudicial para andar por un asfalto que siempre está a mayor temperatura que el aire.
- Y mucho cuidado con los anillos porque con el calor los dedos se hinchan y pueden quedar encallados.