Carlos Blanco Cocho
Practicopedia
El peligroso truco para preparar un café con leche
Algunos usuarios han puesto este tip en práctica con resultados poco aconsejables
Existen numerosísimas maneras de preparar un buen café. Se puede comprar concentrado, se puede hacer con la ayuda de una cafetera de filtros o con una de esas máquinas extrañas que funcionan a base presión... De todas formas, pese a las innovaciones, el método más utilizado es, sin duda, el de la clásica cafetera italiana. Con ella, obtenemos un caldo que se acerca mucho a la perfección en cuanto a sabor y que, además, no tarda demasiado en estar listo.
Y por si eso fuera poco, es una máquina que se comercia en tamaños y diseños de todos los gustos. Tenerla en casa es sinónimo de buenos cafés a cualquier hora del día. Sin embargo, hay que tener cuidado con ella. Es un dispositivo que funciona mediante mecanismos físicos como la evaporación de agua y, por tanto, hay ciertas prácticas que no admite.
Entre ellas, una que se ha vuelto viral en redes como Instagram o TikTok. A primera vista, este modo de preparar café con leche, que consiste, sencillamente, en sustituir el agua del calentador por este líquido, de manera que lo que salga por la cámara superior sea directamente la mezcla, no parece traer consigo ningún peligro potencial.
Sin embargo, no hay que olvidar que, cuando la empresa Bialetti desarrolló el famoso prototipo, a principios del siglo XX, nunca pensó que lo que se introduciría en la cámara inferior sería algo distinto al agua. En pocas palabras, la cafetera no está preparada para que sea leche lo que corra por sus conductos. Y el peligro viene por dos razones
Por un lado, hay que tener en cuenta que, al ser la leche y el agua dos sustancias completamente distintas, tienen una densidad diferente. Por tanto, si queremos preparar el café directamente con el componente lácteo, habría que ajustar la cantidad, de manera que la presión interna de la cafetera tampoco varíe. Por otro lado, está el tema de la ebullición de la leche. Seguramente, al calentarla en el microondas o en un cazo, te hayas dado cuenta de que suele dejar una fina película de grasa en la parte superior, un velo ligero. Pero, si se acumula en los conductos de la cafetera, puede obstruirla. Y el resultado de esto no es nada bonito. Como comenta una usuaria de TIkTok en la publicación adjunta, "la cafetera explotó y casi mata a mi madre. De lo fuerte que reventó se cargó la campana del extractor de humos".
Si unimos el hecho de que, a pesar de las loas, el resultado tampoco difiere demasiado de un café con leche hecho a la manera usual, nos queda un truco nada útil. Y, además, si lo que quieres conseguir es una taza recubierta de la espuma típica de los bares y restaurantes, lo mejor es que te hagas con una máquina un tanto distinta: una cafetera italiana con válvula Cremator. Si se emplea con el tipo de grano correcto, este tipo de dispositivo nos proporcionará el caldo espumoso sin necesidad de poner en peligro la integridad de nuestra cocina.