¿Es posible acabar con los pensamientos negativos? La ciencia responde

¿Cómo afrontamos los pensamientos obsesivos? ¿Cómo se deshacen los bucles de negatividad? Estas son las principales preguntas  que aborda el último estudio publicado en la revista 'PLOS Computational Biology' por Isaac Fradkin y Eran Eldar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Las conclusiones apuntan a que hasta ahora hemos reaccionado a los pensamientos negativos con el rechazo frontal (método reactivo), cuando en realidad existen otros métodos más eficaces para poner fin a los bucles mentales interminables.

Qué son los pensamientos obsesivos

Los pensamientos no deseados se caracterizan por brotar de la espontaneidad y por ser negativos, reiterados y obsesivos. Una exposición continuada a una idea que nos causa malestar puede terminar perjudicando a la salud mental.

A menudo, estos pensamientos o recuerdos indeseados aparecen por una asociación mental que se ha creado previamente o porque, al tratar de evitarlos, se refuerzan todavía más. Por esta razón, desde la Universidad Hebrea de Jerusalén realizaron un estudio para determinar cómo afronta nuestro cerebro los pensamientos compulsivos y qué métodos alternativos podrían resultar más óptimos para deshacer las asociaciones mentales.

Cómo solemos afrontarlos

Durante la investigación se pidió a 80 personas de habla inglesa que realizaran asociaciones con palabras comunes. Además, a las personas de un grupo se les dijo de antemano que no recibirían bonificaciones monetarias si repetían las asociaciones, por lo que se propusieron suprimir los pensamientos de las palabras anteriores que habían introducido..

Basándose en los tiempos de reacción y en la eficacia de los participantes a la hora de generar nuevas asociaciones, los investigadores utilizaron enfoques computacionales para modelar cómo las personas evitaban las asociaciones repetidas. Descubrieron que la mayoría de la gente utiliza el control reactivo, es decir, rechaza las asociaciones no deseadas cuando ya han venido a la mente.

"Este tipo de control reactivo puede ser especialmente problemático –alegan los autores–, porque, como sugieren nuestros hallazgos, los pensamientos se autorrefuerzan: pensar un pensamiento aumenta su fuerza de memoria y la probabilidad de que se repita. En otras palabras, cada vez que tenemos que rechazar reactivamente una asociación no deseada ésta tiene el potencial de hacerse aún más fuerte.

Cómo deberíamos actuar

Añaden que “sin embargo, también descubrimos que las personas pueden adelantarse parcialmente a este proceso si quieren asegurarse de que ese pensamiento les venga a la mente lo menos posible".

Cuando se intenta evitar un pensamiento no deseado, la gente suele rechazar y sustituir el pensamiento de forma reactiva después de que se produzca. Pero evitar proactivamente una asociación en primer lugar puede ser mucho más eficiente, y ayudar a prevenir el bucle repetitivo de pensamientos no deseados, según un nuevo estudio

"Aunque las personas no podían evitar los pensamientos no deseados, sí podían asegurarse de que pensar en un pensamiento no deseado no aumenta la probabilidad de que vuelva a venir a la mente –explica Fradkin–. Mientras que el estudio actual se centró en las asociaciones neutras, los estudios futuros deberán determinar si nuestros hallazgos se generalizan a los pensamientos negativos y personalmente relevantes no deseados".