David Vargas
Practicopedia
Mi perro parece que se ahoga: ¿qué hago?
Hay momentos en los que tu perro hace ruidos, como si no pudiera respirar. Te explicamos qué le pasa
Sacamos a pasear a nuestro perro un día cualquiera y, de repente, tenemos la sensación de que tose mucho, de que se cansa y de que parece que se ahoga. Lógicamente, nos preocupamos. Esta afección puede estar provocada por distintas causas, puntuales o crónicas, pero por lo general no entrañan riesgo para tu mascota. Eso sí, te recomendamos que acudas siempre al veterinario para salir de dudas. En este artículo te vamos a explicar esas posibles causas que provocan que tu perro respire con dificultad.
Estornudo inverso
Este episodio está causado por un espasmo de la garganta, que hace que tu perro aspire el aire de forma violenta hacia dentro, a diferencia de lo que pasa en un estornudo normal, cuando se expulsa el aire por la nariz. El estornudo inverso provoca entonces un ruido fuerte que puede confundirse con un ataque de asma. Es un episodio bastante común en perros, sobretodo en bulldogs y carlinos, y no hay nada de lo que preocuparse. Este ataque de tos puede durar hasta dos minutos y lo primero que debes hacer es mantener la calma. En cualquier caso, es muy importante comprobar cuanto antes que no se esté realmente atragantando.
Golpe de calor
Los perros, al igual que los humanos, pueden sufrir un golpe de calor cuando su temperatura corporal cambia bruscamente. Los síntomas más comunes son mucosidad en la boca, jadeo intenso e incluso convulsiones. Lo primero que debes hacer es intentar enfriar a tu perro con agua fría y llevarlo a urgencias inmediatamente, pues el golpe de calor puede provocarle hemorragias, problemas vasculares y, en el peor de los casos, un fallo multiorgánico. Hay que tener en cuenta que los perros (los gatos también) son más sensibles que nosotros al calor.
Síndrome braquicefálico
Conjunto de anomalías respiratorias muy comunes en algunas razas de perros con la cara achatada y el cráneo ancho, como el bóxer, el bulldog o el pequinés. A causa de estas anomalías, tu mascota puede tener una respiración dificultosa. Los síntomas asociados a este síndrome son variados, como los ronquidos muy fuertes, la apnea del sueño (cuando tu perro deja de respirar mientras duerme) o incluso la pérdida de consciencia. Si presenta alguno de estos síntomas acude a tu veterinario; hay tratamientos médicos, quirúrgicos y de cambios en el estilo de vida (como controlar la cantidad de comida o limpiar con frecuencia la mucosidad de los orificios nasales).
Patologías cardíacas
Las enfermedades del corazón, como la insuficiencia cardíaca, también pueden provocar alteraciones respiratorias en tu mascota. En estos casos, es importante tratar de identificar la causa lo antes posible por lo que te recomendamos que acudas a tu veterinario para que realice revisiones periódicas a tu perro.