Carlos Blanco Cocho
Practicopedia
Por qué no conviene enjuagar los vasos antes de meterlos en el lavavajillas
Esta práctica puede conllevar consecuencias problemáticas para electrodoméstico y vajilla
Cada vez más casas cuentan, entre sus electrodomésticos, con un lavavajillas o friegaplatos. Aunque últimamente hay que andar con mucho ojo respecto a la hora de ponerlo en funcionamiento y ahorrar, la realidad es que ofrece una ayuda impagable para tener toda la vajilla a punto sin casi esfuerzo. Además, su combinación de alta temperatura y detergentes especializados hace que casi cualquier mancha sucumba ante su acción.
Pese a su fortaleza, no hay que olvidar que el lavavajillas también tiene sus debilidades. No se pueden introducir platos demasiado sucios y es importante seleccionar con cuidado el jabón que empleamos. A largo plazo, el electrodoméstico lo agradecerá y podrá brindarte un servicio perfecto durante décadas. Sin embargo, existe una práctica muy extendida que podría pensarse que es beneficiosa para la salud del friegaplatos, pero que, ciertamente, puede dañarle tanto a él como a la propia vajilla.
Los lavavajillas necesitan de un mantenimiento periódico para maximizar su tiempo útil
Se trata de enjuagar los vasos antes de meterlos en la cámara de limpieza, algo que casi todos hacemos. Lo primero que hay que tener en cuenta es que, normalmente, este tipo utensilios los usamos únicamente para beber agua, lo cual no hace imprescindible enjuagarlos. Si lo hacemos, hay que tener en cuenta que ya estamos limpiando el vaso, por lo que, cuando lo metemos al lavavajillas, el principio activo del detergente se aplica directamente sobre el vidrio. ¿El resultado? La acción del jabón puede provocar la aparición de grietas, de fisuras o, incluso, que tengamos que recoger los trozos del objeto del fondo de la máquina. Aunque esto no es lo más común, el mero hecho de que el detergente actúe sobre el material ya provoca un empañamiento del cristal, algo no demasiado bonito.
De todos modos, en caso de que el vaso haya sido empleado para beber algo distinto de agua, sí que convendría enjuagarlos. Esto, lejos de dañar el lavavajillas, ayuda a su funcionamiento y conservación. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que, para que el enjuague no acabe con las consecuencias mencionadas, es mejor idea retirar los trozos de comida con un paño de papel. De esta manera, además, ahorraremos agua.