Por qué funciona así NutriScore, el nuevo etiquetado de los alimentos
Martes 26 de febrero de 2019
3 minutos
Un código frontal de colores y letras es el nuevo indicador nutricional de los productos procesados
Martes 26 de febrero de 2019
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El pasado noviembre, la ministra de Sanidad María Luisa Carcedo anunciaba la puesta en marcha de NutriScore como el nuevo etiquetado frontal de los alimentos procesados. La finalidad es facilitar una información más clara sobre la calidad nutricional de los alimentos y las bebidas que compramos en los supermercados. Estas etiquetas irán impresas en la parte delantera del producto, y consisten en un código gradual de colores y letras que nos indicará, de un solo vistazo, lo saludable o no saludable que es cada alimento.
En palabras de la ministra, publicadas por la Agencia Española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición (Aecosan), “Esta información permitirá que la ciudadanía pueda comparar con otros productos semejantes de forma sencilla, y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable”.
El semáforo nutricional: colores y letras
NutriScore es un sistema de etiquetado frontal que se desarrolló hace más de una década y empezó a funcionar el año pasado en Francia. De hecho, es una marca que pertenece a la Agencia de Salud Francesa.
La etiqueta funciona como un semáforo con varios colores, con los que se define al alimento como más o menos saludable. Son 5 niveles, cada uno de un color en una escala gradual del verde oscuro al rojo, donde el verde indica la mejor calidad nutricional y el rojo, la peor. Cada color, como se ve en la imagen, va asociado a una letra (A/B/C/D/E) para facilitar más su comprensión a los consumidores.
La catalogación de cada alimento en uno u otro color depende de un algoritmo que hace una valoración global de la suma de sus nutrientes. La valoración de NutriScore puntúa, por cada 100 gramos de producto, la cantidad de elementos considerados positivos nutricionalmente que contiene (frutas, verduras, fibras y proteínas) y los considerados negativos (calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas).
Un sistema por perfeccionar
Aunque el propósito de la iniciativa es mejorar las etiquetas nutricionales para que la información llegue al consumidor de una forma mucho más rápida y sencilla, el sistema de puntuación de NutriScore ya ha sido blanco de críticas por parte de algunos expertos.
Como ha ocurrido en Francia, de momento la implantación es solo voluntaria. Son los fabricantes quienes, por ahora, decidirán si se suman a ella o no. Un mismo fabricante podría, incluso, decidir etiquetar sus productos con puntuaciones más favorables y no hacerlo en los que salen peor puntuados.
También se ha advertido sobre lo mal parados que salen algunos alimentos esenciales en nuestra dieta mediterránea como el aceite de oliva virgen, que debido a la cantidad que se mide para puntuar (100 gramos) aparecería calificado con la D naranja. Lo mismo ocurría en Francia con el queso, producto sagrado de la gastronomía francesa, por el que han llegado a modificar el algoritmo de NutriScore para favorecer su puntuación. En el caso del aceite, desde Aecosan afirman que los productos compuestos solo por un ingrediente no tendrán que llevar la etiqueta.