Javier Anula
Porqué
¿Para qué sirve el agujero de la cuchara de espaguetis?
Este orificio tiene una gran utilidad además de drenar el agua o servir la pasta cocinada
En ninguna cocina puede faltar una cuchara para servir espaguetis. Además de usarla para remover la pasta mientras se está cocinando, su principal función es sacar la pasta cocinada y llevarla al plato. Pero, ¿te has fijado en ese agujero de la cuchara de espaguetis?
Hay quien piensa que es un ornamento sin más, otros creen que este orificio en el centro del utensilio sirve para drenar el agua cuando se sirven desde la olla en la que se han cocido.
Sin embargo, lejos de estas dos teorías, lo cierto es que el agujero de la cuchara sirve para medir la ración de espaguetis recomendada para un comensal antes de que se pongan a hervir.
Para saber qué cantidad es la adecuada para una persona hay que coger un puñado de espaguetis secos y colocarlos en el orificio central de la cuchara. Así tendremos la ración perfecta.
El fabricante de electrodomésticos de cocina Moulinex comparte a través de su cuenta de Twitter cómo realizar la medición.
#TrucoNex: el agujero de las cucharas medidoras de #pasta sirven para medir una ración perfecta de #espaguetis. #Moulinex pic.twitter.com/qhXrgL1uGl
— Moulinex España (@Moulinex_ES) January 26, 2019
Por lo tanto, la forma correcta sería coger unos cuantos espaguetis en seco (antes de cocinarlos) e introducirlos por el agujero de la cuchara. Entonces, esa es la medida normal para una persona.
Si hay más de un comensal, habrá que repetir tantas veces la operación como platos vayamos a necesitar.
De esta forma no harás más de la cuenta. Son muchos los que se pasan con la cantidad (al medir a ojo, por ejemplo) y acaban tirando a la basura gran parte de la comida. Haciendo esto serás capaz de no desperdiciar nada.
Consejos para el cocinado
Por otro lado, los expertos recomiendan cocer la pasta en agua abundante: aproximadamente un litro de agua por cada 100 g de pasta.
Si no se hace de este modo y se cuece en una cantidad pequeña ocurrirá que, cuando se eche la pasta al agua hirviendo, bajará mucho la temperatura y el agua tardará un rato en recuperar el hervor. Durante ese tiempo parte de la pasta correrá el riesgo de pegarse en el fondo.
Además, si se emplea poca agua, se concentrará una gran cantidad de fécula en ella que hará que la pasta quede pegajosa.