Clara González
Porqué
¿Por qué las huchas tienen forma de cerdito?
Clara González
Foto: Bigstock
Viernes 25 de octubre de 2024
ACTUALIZADO : Viernes 25 de octubre de 2024 a las 9:34 H
4 minutos
Se trata de un objeto muy común en nuestros hogares
Las huchas con forma de cerdito han estado presentes en nuestras vidas desde la infancia, como parte del aprendizaje de la gestión del ahorro. Representan la importancia de desarrollar hábitos financieros saludables desde una edad temprana, enseñando el valor de cada pequeña contribución hacia metas económicas más grandes.
Pero, a la par que su presencia es algo común en la mayoría de los hogares, pocos conocen el porqué de su forma animal. ¿Qué hace del cerdito la figura ideal para las huchas de ahorro?
Las más antiguas datan del siglo XII
Aunque pudiera parecer un objeto actual, las primeras huchas porcinas datan del siglo XII en Asia. Eran conocidas como ‘cèlèngan’, dado que en idioma javanés —propio de la isla indonesia de Java— esto significa "parecido a un jabalí".
Sería un siglo después, en el XIII, cuando llegase la primera hucha con forma de cerdito a Europa. El Museo de Prehistoria e Historia Antigua de Weimar guarda esta reliquia antigua, descubierta en Turingia (Alemania). Así y todo, los estudios arqueológicos concluyeron que hasta la Alta Edad Media no se extendería la tradición de tener huchas porcinas en Europa.
El significado del cerdo para las diferentes culturas
La pregunta radica en el porqué de la forma del cerdito para confeccionar las huchas. Pues bien, la respuesta está en lo que este animal simboliza prosperidad, abundancia y fortuna en muchas culturas.
En China, poseer un cerdo es sinónimo de no pasar hambre ni necesidad. En Alemania, cuando alguien tiene suerte se dice "Schwein" (cerdo). Incluso alemanes y austriacos se regalan cerditos de mazapán, chocolate o porcelana en Año Nuevo.
En el caso de España, no fueron pocas las familias que criaban cerdos para alimentarse durante el invierno. Por ello, romper la hucha es una analogía del momento de matanza y de la abundancia que supone.
Otras teorías
Charles Panati recoge en el libro ‘Las cosas nuestras de cada día’ que en Inglaterra, en la época medieval, la arcilla con la que se fabricaba el menaje de los hogares se llamaba 'pygg'. Las ollas y envases de este material servían para guardar monedas. Esto, sumado a que la palabra 'pygg' era muy similar a 'pig' (cerdo), hizo que poco a poco se pasase de 'pygg banks' (bancos de arcilla) a 'pig banks' (bancos de cerdo).
Otras teorías apuntan a que esos utensilios de cocina se denominaban 'piggy jar', por el color anaranjado de la arcilla, similar al del cerdo. De ahí, pasaron a llamarse 'piggy bank', en el siglo XVIII.
Así y todo, Michael Quinion asegura que la lengua inglesa no recogió en ningún momento el término 'pygg'. Además, en contraposición a Panati, el diccionario de Merriam-Webster y el de Oxford recogen la primera aparición de la expresión “piggy bank” en el siglo XX y no en el XVIII.
Una forma no universal
Pese a lo común de las huchas de cerdito en nuestros hogares, existen culturas en las que su presencia no está tan generalizada.
Por ejemplo, en la cultura árabe, dada su prohibición de comer cerdo, las huchas no contaban con este diseño, y se preferían otro tipo de formas más simples.