Mariola Báez
Practicopedia
¿Problemas con las “tallas” de algunas prendas o accesorios? Descubre los trucos más ingeniosos
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Domingo 3 de mayo de 2020
ACTUALIZADO : Domingo 3 de mayo de 2020 a las 7:07 H
3 minutos
El zapato que aprieta, un anillo que no entra, un cinturón que no vale … para casi todo hay solución
Son pequeños imprevistos que suelen surgir cuando más prisa tienes y requieren una solución urgente, aunque sea temporal. Una carrera en la media, justo cuando vas a salir, el puño de la manga de la camisa que queda “bailando” o los zapatos que te compraste hace un mes para la boda de tu hijo y que, al probártelos de nuevo, han menguado dos tallas (y la boda es mañana).
Soluciones exprés para hacer frente a la "Ley de Murphy"
Ante todo, mucha calma, porque con un poco de maña e ingenio, un pequeño contratiempo no tiene por qué arruinarte el día. Toma nota de algunos trucos muy simples, que quizá no conozcas, pero que pueden sacarte de más de un apuro.
Zapatos. Es importante recordar que, especialmente en el caso de las personas mayores, es esencial utilizar un calzado apropiado, que cuide y proteja los pies. Evitar problemas y patologías como los juanetes, los dedos en garra o la fascitis plantar depende, en parte, de la buena elección de tus zapatos. Dicho esto, a veces, ante una situación de “emergencia” puedes recurrir a algún remedio casero.
Si unos zapatos nuevos te aprietan, prueba a extender una buena capa de crema hidratante (de la que usas normalmente después del baño) en toda la cara interna de la piel del calzado. Aplica una cantidad generosa en los laterales, zona de punta y talón y también en los bordes. Hazlo por la noche si vas a utilizarlos al día siguiente. La piel del calzado absorberá la crema y estará mucho más flexible, pudiendo dar de sí, al menos un poco, cuando te los vayas a poner.
Si te ocurre lo contrario, es decir, te sobra una talla, una talonera o una plantilla completa son la mejor solución para “reducir” el espacio.
Botones. Aunque no seas una experta costurera, algo tan simple como mover un botón de su sitio puede ser el remedio a más de un imprevisto. Por ejemplo, si el pantalón no te cierra, descose el botón y córrelo al extremo más cercano al ojal. Si por el contrario, te queda grade, aléjalo de él. Puedes hacer lo mismo para ajustar los puños de las mangas de las camisas.
Si tu urgencia consiste en la necesidad de hacer un agujero extra a un cinturón, no recurras a tijeras o cuchillos (es muy difícil lograrlo y podrías acabar destrozando el accesorio). Si tienes un taladro, apoya el cinturón en una superficie lisa y dura y procede a hacer el orificio. A falta de taladradora, también lo conseguirás con un destornillador de estrella.
Por último, para la carrera en la media, nada mejor que una gota de esmalte transparente para evitar que vaya a más y para un anillo que se resiste a entrar o salir de tu dedo, un poco de agua y jabón, conseguirá que se deslice con mayor facilidad.