Tal y como señala a Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, las personas mayores de 65 años tienen una sensación reducida de calor y por lo tanto se protegen menos. Por lo tanto, este grupo de edad es más propenso a sufrir el efecto negativo de las altas temperaturas y debe extremar las precauciones durante esta época del año. A continuación, os contamos los problemas de salud más comunes en mayores en verano y cómo prevenirlos.
Golpes de calor
El calor mata. Los mayores son un grupo de riesgo para sufrir los peligrosos golpes de calor y, por desgracia, cada año llegan noticias de personas que fallecen a causa de ellos.
Un golpe de calor se produce después de la exposición prolongada a elevadas temperaturas o de realizar esfuerzo físico durante las mismas. La temperatura corporal aumenta hasta los 40ºC o más y los síntomas principales son calor, sequedad y piel roja, pulso rápido, dolor intenso de cabeza, confusión y pérdida de conciencia.
Prevención. Se recomienda beber agua y otros líquidos con frecuencia –aunque la persona no tenga sensación de sed– y evitar el consumo excesivo de alcohol, cafeína o grandes cantidades de azúcar. Igualmente, debemos mantener el hogar y las habitaciones ventiladas, usar lopa ligera y holgada, llevar gorros y gafas y, bajo ningún concepto, dejar a alguien encerrado en un coche con las ventanillas bajadas. Finalmente, limita todo lo que puedas tu la exposición al sol.
Deshidratación
Al tener menos sensación de calor, los mayores suelen tener menos sed, por lo que corren un alto riesgo de deshidratación.
La deshidratación motiva la pérdida de agua de nuestro organismo e incluso aumenta el riesgo de mareos. Estos pueden parecer dos síntomas sin importancia, pero si se extienden en el tiempo pueden incluso provocar la muerte del sujeto.
Prevención. Hay que beber agua siempre. Pero, en verano, con más motivo. De hecho, no debemos esperar a sentir sed para beber, porque esa es una trampa muy habitual en las personas mayores. “La falta de sed es engañosa, por lo que se debe consumir frecuentemente agua, infusiones, zumos de frutas, aunque no se tenga la sensación de sed; y evitar el consumo de bebidas alcohólicas”, recuerdan desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEG). Con independencia de que hagamos ejercicio, debemos beber agua. Unos ocho vasos a lo largo del día.
Quemaduras en la piel
Los mayores no están exentos de sufrir quemaduras en la piel a causa del sol. Las quemaduras solares son el resultado de la sobreexposición a la luz ultravioleta, un tipo dañino de radiación.
Demasiada exposición hace que la piel se queme. En unas pocas horas, la piel se volverá roja, dolorosa y caliente al tacto. Cuando las quemaduras solares son graves, se forman ampollas y la persona puede experimentar dolores y fiebre. Eso sí, es necesario un poco de sol para evitar otros problemas como la deficiencia de vitamina D.
Además, si una persona mayor con una quemadura solar tiene fiebre, vomita o deja de sudar, necesita ayuda médica. Estos también pueden ser signos de un golpe de calor, que pueden ser potencialmente muy graves si no se tratan.
Prevención.Usa protector solarde amplio espectro que tenga un factor de protección de, al menos, 30. Utilízalo en días de mucha luz, incluso a la sombra. También ayuda vestir prendas que tapen bien las zonas más sensibles de nuestro cuerpo, utilizar gafas de sol que bloqueen los rayos ultravioletas y lucir un sombrero para proteger el cuero cabelludo de los rayos del sol. En general, mantente a la sombra el mayor tiempo posible estés donde estés.
Otitis
Finalmente, otro de los problemas de salud comunes en mayores en esta época es la otitis.
Es frecuente en niños, pero las personas mayores también pueden sufrirla. La otitis externa es el tipo de otitis más frecuente en los meses de verano, por la humedad que puede acularse en nuestros oídos tras los habituales baños. Es bastante dolorosa y presenta síntomas similares a la otitis media, la inflamación aguda que se produce en el tejido que recubre el conducto auditivo medio y está asociada a algún proceso infeccioso. Las molestias son dolor de cabeza, fiebre, mareos o malestar general.
Prevención. Después del chapuzón, es importante secarlos bien o incluso utilizar tapones específicos que eviten la entrada de agua si las otitis son frecuentes.
Sobre el autor:
Marta Vicente
Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.