Mariola Báez
Practicopedia
Los productos de apoyo para adultos mayores que quizá podrías necesitar
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Lunes 4 de mayo de 2020
ACTUALIZADO : Lunes 4 de mayo de 2020 a las 6:22 H
6 minutos
Desde una cama articulada, hasta un andador, sigue estos criterios para elegirlos
El término producto de apoyo incluye a todos aquellos objetos, dispositivos, equipos, instrumentos (también tecnología y software) que pueden resultar útiles cuando existe algún tipo de limitación que dificulta el desarrollo de las actividades cotidianas.
El Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (@ceapat) dependiente del Imserso (@Imserso) destaca que estos productos, definidos por la Norma UNE –EN ISO 9999 V2, tienen en común haber sido diseñados para que sean utilizados por personas que presenten algún grado de discapacidad.
Facilitar la participación, evitando el aislamiento, prevenir deficiencias o limitaciones a la hora de realizar una actividad y proteger, apoyar o sustituir una función, o incluso una estructura corporal (por ejemplo, en el caso de una prótesis), son los principales objetivos que han de cumplir estos productos, cuya misión es, en definitiva, hacer la vida un poco más sencilla a aquellas personas que, por problemas de movilidad o por sufrir alguna patología, se enfrentan a numerosas dificultades.
¿Qué tipos de productos de apoyo existen?
La clasificación es amplia teniendo en cuenta las múltiples facetas de la vida en la que un producto de apoyo puede resultar útil, incluso indispensable.
El catálogo de productos de apoyo del CEAPAT incluye miles de artículos, cuyas características y utilidades puedes consultar fácilmente online (este catálogo será próximamente sustituido por el Sistema de Información de Productos de Apoyo SIPA). Prótesis, dispositivos que ayuden a mejorar las capacidades físicas, mentales o sociales, artículos que favorezcan la movilidad como pueden ser: sillas de ruedas, andadores, rampas para facilitar el transporte, grúas que puedan ayudar a incorporar a una persona que permanece en cama; productos que permitan acciones cotidianas como el aseo o la preparación de las comidas, accesorios que hagan posible disfrutar de actividades deportivas y de ocio… Productos de apoyo son todos aquellos elementos, que no sean de uso profesional y que contribuyan a favorecer la autonomía personal y a mejorar la calidad de vida.
¿Qué tener en cuenta a la hora de adquirir o solicitar un producto de apoyo?
Cada producto de apoyo ha sido diseñado con una finalidad perfectamente definida. Su objetivo es, ante todo, ser útil a la persona que tiene alguna limitación y también ayudar en su labor a los posibles cuidadores. No valen “todos y para todo”. Cubren necesidades específicas que deben detectarse y analizarse de manera correcta.
Como ejemplo, la Federación ASEM (@Federacion_ASEM) en su Guía de productos, aparatos y artilugios para la autonomía de las personas con enfermedades neuromusculares y sus familias (documento elaborado por las terapeutas ocupacionales Thais Pousada y Jessica Garabal), plantea una serie de aspectos que deben tener en cuenta a la hora de adquirir un producto de este tipo.
La guía incide en la importancia del asesoramiento previo por parte de un profesional sociosanitario, que ayudará en la toma de la decisión correcta considerando aspectos como las capacidades y necesidades reales de la persona que va a utilizar el producto, la actividad concreta a la que va a ser destinado o el espacio y contexto donde va a ser empleado.
No tiene las mismas necesidades, ni requiere los mismos productos apoyo, una persona mayor que presente una ligera pérdida de movilidad, que un adulto que sufra una patología o atraviese una situación temporal concreta que exija recurrir a ellos (dolor articular, enfermedad neurológica degenerativa, periodo post operatorio…).
Los expertos señalan la necesidad de conocer en profundidad la función de cada uno de estos artículos, para garantizar que son los adecuados en cada caso. Un ejemplo sencillo: ¿qué es mejor para una persona mayor que requiera un apoyo extra para caminar de forma más segura: un bastón o un andador? Debe ser un profesional quien aconseje uno u otro, para que el producto siempre sea una valiosa ayuda y no acabe teniendo un efecto no deseado (podría agravar una lesión). Hay que recordar que muchos productos de apoyo pueden tener una importante función rehabilitadora que siempre habrá que valorar.
¿Existen ayudas para adquirir productos de apoyo?
La Ley de Dependencia (39/2006 de 14 de diciembre, modificada en 2018) especifica que tanto la Administración General del Estado como las Comunidades Autónomas podrán establecer acuerdos para la concesión de ayudas económicas con el fin de facilitar la autonomía personal. En estas ayudas tienen cabida los productos de apoyo.
Los Servicios Sociales de cada Comunidad ofrecen distintos tipos de ayuda sobre las que puedes informarte. En algunos casos, consisten en subvencionar parte (o la totalidad) de un determinado producto de apoyo. En otros, ofrecen el uso temporal de los artículos o dispositivos necesarios, bien abonando una pequeña cantidad (servicio de alquiler) o de manera gratuita. La concesión de estas ayudas está supeditada a valoración previa. También puedes asesorarte sobre las prestaciones que ofrecen algunos ayuntamientos. En el caso del de Madrid (@MADRID) las personas mayores de 65 años con problemas de movilidad pueden solicitar productos de apoyo (camas articuladas y grúas) para uso temporal a través de los centros de Servicios Sociales de cada distrito y también vía internet.