Victoria Herrero
Practicopedia
¿Qué días de la Semana Santa no se puede comer carne?
Victoria Herrero
Foto: Bigstock
Martes 19 de marzo de 2024
ACTUALIZADO : Martes 19 de marzo de 2024 a las 11:05 H
4 minutos
La tradición marca tres jornadas: primer Viernes de Cuaresma, Miércoles de Ceniza y Viernes Santo
Es una de las tradiciones más arraigadas de nuestra cultura popular: la celebración de la Semana Santa. Unos días de recogimiento en los que se recuerda la muerte de Cristo y que tiene establecidas, además, una serie de costumbres que permanecen sin apenas variación desde hace siglos.
Una de ellas es la obligatoriedad de no comer carne en ciertos días señalados durante algunas de las jornadas litúrgicas. Eso sí, en la actualidad, esta especie de mandato de no probar nada de este tipo de alimento queda relegada ya a una cuestión de decisión personal más que a un deber por cumplir.
Prohibido comer todo lo que sea carne
Así se estipuló por parte de los preceptos cristianos para un par de días en concreto: el primer viernes de Cuaresma y el Miércoles de Ceniza, que es cuando, en este último caso, termina el Carnaval. O lo que es lo mismo, el punto de partida de los 40 días en los que los fieles se preparan para honrar la Semana de Pascua.
Precisamente, este par de días son considerados de vigilia, al igual que el Viernes Santo. En este último caso, la tradición dicta que no solo no es que no se deba comer carne, sino que lo correcto sería además hacer ayuno y abstinencia durante dichas horas.
Una abstinencia, recuerda el Papa Francisco (@Pontifex_es), que viene de la palabra latina abstinentia y que se refiere al tiempo de penitencia antes de la Pascua en memoria de los días sin comida en los que estuvo Jesucristo en la zona árida de Judea. Así pues, según los preceptos, las normas relativas a la alimentación durante dichos días obedecen a un camino 'didáctico' para cambiar la actitud de cada uno hacia el resto de las personas. Una manera, señala el pontífice, de unirse al recuerdo de las últimas horas de la vida de Jesús de Nazaret. Y es que tras ese momento tuvo lugar el juicio por el que fue condenado a morir crucificado.
Pero volviendo a la orden sobre la carne, para buscar la razón que está detrás de este dictamen religioso uno debe situarse en el momento en que Jesús de Nazaret pasó esos mismos 40 días (todo guarda un simbolismo) en el desierto sin probar apenas bocado. Especialmente de todo lo que era carne ya que en aquellos tiempos era considerado un alimento reservado a las clases más pudientes de la sociedad. Así pues, con dicho acto simbólico todo aquel que decida seguir el mandato divino estará realizando un acto de austeridad en recuerdo de Jesús.
Pero hay más argumentos que se apuntan para no comer carne ya que también es un producto asociado a la alegría; un sentimiento totalmente alejado de unos días litúrgicos en la Semana Santa que invitan a la reflexión y el sosiego; además de que la carne roja representa para la Iglesia Católica el cuerpo de Cristo crucificado. De ahí que, a modo de recomendación, sea mejor la opción de comer pescado en el caso de aquellos cristianos cuya edad esté entre los 14 y los 59 años. A estos fieles es a los que se les hace extensible una pauta que, recordemos, no es de obligado cumplimiento en la actualidad.
Además, la elección del pescado como parte de la comida principal de esos días señalados, sobre todo el Viernes Santo, hace referencia al milagro de Jesucristo con la multiplicación de los panes y los peces que sirvieron para dar de comer a todo el pueblo. Por eso, para evitar la tentación del alimento prohibido, la Iglesia propone una serie de acciones penitentes como dar limosna a los más desfavorecidos, leer la Biblia o hacer algún acto de caridad.