Javier Anula
Practicopedia
Qué hacer si atropellas a un animal con el coche
Javier Anula
Foto: Big Stock / Europa Press
Viernes 29 de julio de 2022
ACTUALIZADO : Viernes 29 de julio de 2022 a las 13:49 H
7 minutos
Esta es la causa de miles de accidentes al año, sobre todo en las carreteras secundarias
Todos los conductores nos hemos encontrado alguna vez un animal de caza mayor, un perro o una liebre en la vía mientras circulábamos con nuestro vehículo. En la mayoría de las ocasiones, este tipo de situaciones se pueden salvar sin grandes dificultades, aunque no siempre es así.
Estos animales sueltos que nos podemos encontrar mientras vamos conduciendo por la carretera pueden ser domésticos (controlados o no por su dueño) y salvajes o en libertad, que son todas aquellas especies del entorno que se mueven libremente por el lugar y que pueden cruzar la vía en cualquier momento, salvo que las infraestructuras viarias lo impidan.
Entre las comunidades autónomas donde es más probable encontrarse distintas especies sueltas por la carretera se encuentran Galicia, Castilla y León, Aragón y Cataluña. La posición de cualquier animal justo en medio de la vía cuando estamos al volante implica un grave peligro y por ello, es la causa de miles de accidentes al año, sobre todo en las carreteras secundarias y más aún durante los meses de primavera y otoño.
En este sentido, los tramos de carretera por donde suelen frecuentar estos animales pueden estar señalizados pero es poco previsible y por ello, difícil saber por dónde van a cruzar. Por lo tanto, estamos indudablemente ante un peligro de la carretera pero, ¿quién sufre las consecuencias en caso de un atropello?
¿Qué ocurre tras un atropello a un animal?
El problema se plantea cuando se produce un atropello a un animal o bien para evitar el atropello se produce un siniestro vial y como resultado de ello nos damos cuenta de que se ha ocasionado, en el supuesto hecho, además de la posible muerte del animal, daños materiales en el vehículo y en la vía, así como lesiones por parte de algún conductor u ocupante que le haya tocado vivir esa desagradable experiencia.
Normalmente, en aquellos lugares que son más propensos a aparecer animales sueltos, nos encontramos con la respectiva señalización que nos advierte de su presencia. Sin embargo, a pesar de todo, se hace imprevisible en algunos casos cuando la conducción es nocturna.
El atropello de un animal supone como mínimo unos daños al vehículo y alguien tiene que responder por ellos. En aquellos casos donde este no tiene propietario como, por ejemplo, zorros, jabalís, etcétera, sería la Administración o en su caso la Empresa que gestiona el mantenimiento de la vía ante la falta de infraestructura adecuada. En los casos en los que se trate de perros, caballos, ganado... será su dueño el que responda de los daños causados por el hecho de no tenerlo atado o controlado.
También, puede ocurrir que los daños causados a nuestro vehículo sean como consecuencia de una maniobra evasiva para evitar el atropello. Un caso, éste último, que a pesar de nuestra buena de voluntad y acierto para salvar al animal habrá que demostrarse que nuestra conducción, a pesar de ir atentos, se haya visto sorprendida y que no había otra forma de proceder ante la inesperada irrupción del animal a nuestro paso.
Pues bien, para los casos comentados, lo que se recomienda después del impacto contra el animal o tras el siniestro vial para evitar el atropello es mantenerse en el lugar del suceso o proximidades si la situación así lo requiere para después llamar a los agentes de tráfico para que levanten el correspondiente atestado o toma de denuncia y en donde se plasmará el rastro del animal si lo hubiera, su trayectoria con anterioridad y posterioridad al hecho.
Además, si el animal ha resultado muerto como consecuencia del impacto o atropello, los agentes de tráfico se encargarán de las gestiones para retirarlo y en el supuesto de que haya quedado malherido tendrán que avisar a los servicios de mantenimiento de la vía o a la empresa contratada para el rescate del municipio más cercano.
Prioridad de paso
Otro factor importante a tener en cuenta es el tema de la prioridad. En la mayoría de casos, los conductores tienen prioridad de paso respecto a los animales, salvo en los casos siguientes:
- En las cañadas debidamente señalizadas.
- Cuando vayan a girar con su vehículo para entrar en otra vía y haya animales cruzándola, aunque no exista paso para éstos.
- Cuando el vehículo cruce un arcén por el que estén circulando animales que no dispongan de cañada.
Las cañadas o pasos de ganado de carácter general se señalizarán por medio de paneles complementarios con la inscripción 'cañada', que se colocarán debajo de la señal 'paso de animales domésticos'. Dicha señalización deberá ser complementada con las correspondientes señales de limitación de velocidad. Las infracciones a las normas de este precepto tendrán la consideración de graves. Ante una señal que advierte de la presencia de animales, toda precaución es poca ya que puede sorprendernos en cualquier momento.
Qué hacer en caso de atropello a un animal
Siempre se recomienda que en tramos con posibles animales sueltos se debe reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. También hay que prestar atención a la señalización de advertencia de animales sueltos en carretera, ya sean salvajes o domésticos.
Además, si un conductor se cruza con un animal, hay que evitar tocar el claxon fuertemente para que no se asuste y pueda realizar movimientos impredecibles. Si no se consigue que se aparte con leves toques de claxon, se recomienda llamar a las autoridades para que puedan hacerse cargo. Si el conductor tiene que pasar al lado del animal, hay que hacerlo muy lentamente, pues nunca se sabe cómo puede reaccionar, ya que suelen estar desorientados.
En caso de circular por la noche con luz de carretera y divisar un animal, lo mejor es cambiar a luz de cruce para no deslumbrarle y evitar que se quede parado en medio de la carretera.
Si el accidente es inminente, hay que intentar evitar dar un gran “volantazo”. Es decir, tratar de sujetar el volante fuertemente y procurar detener el coche de forma controlada. Tras chocar, lo más importante es garantizar la propia seguridad y la del resto de usuarios, por lo que, si es posible, hay que colocar el vehículo fuera de la calzada.
Lo más importante es mantener la calma y proceder con seguridad. En caso de atropello a un animal en la vía, la ley obliga a detener el vehículo y comprobar su estado, así como prestarle los primeros auxilios.
Antes de salir del coche, es importante apartarlo a un lado de la calzada para no obstaculizar a otros conductores y evitar nuevos incidentes. Después se debe señalizar la zona con los triángulos de emergencia y no olvidar ponerse el chaleco reflectante.
Una vez que se han adoptado estas medidas, hay que comprobar cómo ha sido el impacto en el animal: si está vivo o muerto, así como si se puede mover, si presenta alguna herida, etc. Conviene acercarse con suma precaución, ya que su instinto puede ser el de atacar para defenderse.
En el supuesto de que el animal haya fallecido por el golpe, se debe retirar de la carretera para no entorpecer la circulación y llamar a la Guardia Civil inmediatamente. En el caso de que el atropello se haya producido a una especie cinegética, se aconseja avisar cuanto antes al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), ya que es el responsable de este tipo de casos.