Carlos Blanco Cocho
Practicopedia
¿Qué hacer si te equivocas con el tipo de combustible al repostar?
Un error de concentración puede desembocar en un problema bastante grave para nuestro vehículo
Entre todos los errores que se pueden cometer con el mantenimiento de tu coche, uno de los más difíciles de solucionar es, sin duda, equivocarse con el tipo de combustible. Según datos recogidos por el Real Automóvil Club de España (RACE), aproximadamente 70.000 conductores al año introducen la clase errónea en su vehículo.
De modo que, aunque pueda parecer extraño, hablamos de un error nada inusual. Entre las razones que se suelen aducir, destaca el cansancio, la falta de concentración o, en caso de tener varios coches, el olvido momentáneo del combustible que consume cada uno. Sin embargo, existe un factor mucho más común.
El tamaño de los boquereles
Hace varios años, las boquillas de los depósitos de gasolina y la de los de diésel tenían el mismo tamaño. Era, en consecuencia, mucho más normal encontrarse a gente que, en algún momento, hubiera llegado a equivocarse a la hora de repostar.
Hoy en día, la boquilla de una manguera de diésel se fabrica con un diámetro algo mayor que el de la de gasolina. Algo que también se ha aplicado a la válvula de entrada del combustible. En otras palabras, el boquerel no cabe en la entrada del depósito y, por lo tanto, resulta casi imposible llenarlo de gasóleo.
El caso contrario, sin embargo, sigue ocurriendo. La entrada a los depósitos de diésel es bastante más ancha y el boquerel de la gasolina entra holgadamente. Por ello, la mayoría de los errores de este tipo suele consistir en un vehículo de diésel que ha sido alimentado con gasolina.
Consecuencias sobre el coche
- Si echas gasolina en un diésel, será capaz de arrancar e incluso podrás circular durante cierto tiempo. Sin embargo, llegará un momento en el que se parará. Entonces, el combustible habrá recorrido los circuitos internos del vehículo y habrá dañado gravemente sistemas como el filtro o la bomba de inyección del motor diésel que, en el caso de verse dañada por circular con el combustible incorrecto, habría que sustituirla.
- Si echas diésel en uno de gasolina, los efectos dependerán de la cantidad de líquido introducido. En caso de que supere la cuarta parte de la capacidad del depósito, el daño puede ser irreparable. Hará un amago de arrancar, pero no será capaz de mantenerse encendido, ya que la chispa de la bujía no prende con el gasóleo. Habrás de acudir con presteza a un taller y comprobar si puede extraerlo de los conductos.
¿Qué hacer si me he equivocado?
Una de las claves a la hora de arreglar un desaguisado de este tipo es no circular con el combustible erróneo bajo ningún concepto. Al recorrer los sistemas internos del motor, el combustible extraño puede malograrlos y, entonces, el responsable del coche habrá de asumir los enormes gastos de una avería bastante severa.
Si has tenido la fortuna de darte cuenta de tu error antes de ponerte a conducir, sigue estos pasos:
- No intentes siquiera meter la llave en el contacto.
- Informa de la situación a los responsables de la estación, para que cierren el surtidor y te ayuden a mover el coche
- Una vez aparcado en un sitio seguro, contacta con la asistencia en carretera de tu seguro.
A partir de ahí, los responsables de la empresa se llevarán tu vehículo a un taller, donde desmontarán el motor y bombearán el combustible fuera de sus tuberías. Nunca intentes hacer esto por tu cuenta, pues el procedimiento es bastante complicado y hay que tomar ciertas precauciones para evitar un problema mayor.