Carlos Blanco Cocho
Practicopedia
¿Qué hacer si tus vecinos hacen demasiado ruido?
Con la llegada de las vacaciones, muchos aprovechan para organizar fiestas hasta la madrugada
Todos tenemos un vecino ruidoso. Ya sea porque le gustan los paseos a altas horas de la noche o porque parece que es costumbre en su casa tirar objetos pesados, algunos pueden ser especialmente molestos. Además, ahora que llegan las vacaciones de Navidad, más de uno estará pensando en organizar una fiesta o un encuentro de esos que se alargan durante la madrugada. Y esos ruidos pueden importunar, enfadar e, incluso, afectar a la salud.
Es por ello por lo que, desde Legálitas, han enumerado los pasos a seguir en estos casos, así como las distintas alternativas que puedes llevar a cabo:
Comprobar la normativa
Para conocer los límites acústicos permitidos, hay que comprobar la normativa municipal. ya que ahí es donde suelen encontrarse todo lo referente a esta cuestión. Por ejemplo, en el caso del Ayuntamiento de Madrid, se establecen tres períodos -mañana, tarde y noche- y una cantidad de decibelios límite que varía en función de las zonas horarias y del tipo de recinto en el que nos encontremos.
Si estamos en una zona residencial, la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, de 25 de febrero de 2011 establece que el límite de ruido en locales colindantes -es decir, en casas adyacentes al origen del ruido- no puede sobrepasar los 30 decibelios en estancias ni los 25 en dormitorios. En base a estos parámetros se decidirá si el denunciado está cometiendo una falta.
Empezar por el diálogo
Lo más seguro es que el jolgorio provocado por los vecinos raramente sobrepase los decibelios estipulados por el Ayuntamiento, por lo que, en caso de molestia, lo mejor es buscar otras soluciones. Y, en primer lugar, el diálogo puede ser una buena alternativa.
En atención a la convivencia vecinal, una charla a tiempo, en la que se pongan sobre la mesa los motivos de la molestia, puede resultar de gran ayuda. Muchos no saben que están molestando con sus prácticas cotidianas. Si exponemos el problema con claridad y tratamos al vecino de manera empática, se dará cuenta de lo que tiene que cambiar sin necesidad de involucrar a terceras personas.
Transmitir una queja formal
Una vez los métodos amistosos han fracasado, se puede pensar en presentar una queja al administrador de la comunidad. Este procederá a amonestar al infractor mediante una nota escrita, en la que le expondrá de nuevo los motivos de la queja y le instará a poner fin a las prácticas ruidosas.
Según la Ley de Propiedad Horizontal, cada uno de los propietarios de una comunidad de vecinos tiene la responsabilidad de observar la diligencia debida en el uso de su piso o local y en sus relaciones con los demás titulares. Es decir, no tiene carta blanca ni puede desoír las advertencias.
Trasladar la queja a la Policía
Si ni la presión de la comunidad vecinal logra que cambie sus hábitos, lo siguiente, ahora sí, sería notificar a la Policía Municipal para que tome cartas en el asunto. Normalmente, lo primero que hacen es personarse en la casa del ruidoso y transmitirle una advertencia formal.
La segunda vez que acudan será ya para certificar la multa. Eso sí, antes de hacerlo tienen que asegurarse de que se están superando los decibelios marcados por la ordenanza. Si se trata de una fiesta o de algo parecido, lo más seguro es que esta marca se supere ampliamente, ya que el límite se ubica en los 30 decibelios, que es los que suele emitir una conversación normal.