Mariola Báez
Practicopedia
Trucos sencillos para que tu casa huela bien sin recurrir a los tradicionales ambientadores
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Viernes 1 de mayo de 2020
ACTUALIZADO : Viernes 1 de mayo de 2020 a las 11:50 H
6 minutos
Plantas, velas, frutas… pueden dar a tu hogar un agradable aroma sin productos químicos de más
Tienes infinidad de productos específicos en forma de aerosoles, o de ambientadores para conectar a la red eléctrica, capaces de distribuir una determinada fragancia por toda la casa en cuestión de segundos. La evidente presencia de algunas de ellas puede resultar demasiado fuerte y, con otras, el problema está en que duran escasos minutos.
Si no te apetece tener tanto elemento químico flotando en el ambiente, hay otras sencillas e ingeniosas soluciones posibles, que se basan en aprovechar el olor discreto y agradable que poseen elementos naturales, que tenemos cerca, aunque no reparemos en ellos.
La importancia de ventilar la casa también en invierno
Es el primer paso para lograr que tu casa huela bien. El sencillo gesto de abrir las ventanas para que entre aire del exterior no solo es la forma más sencilla de reducir o eliminar malos olores, sino también una medida importante para la salud. El aire del interior debe renovarse para favorecer, desde la salida del propio dióxido de carbono que genera nuestra respiración, hasta la eliminación de las invisibles partículas en suspensión que puedan existir, sin olvidar la importancia de ventilar a la hora de evitar la humedad y el olor inconfundible que genera.
En verano lo tenemos fácil, pero en invierno también es importante mantener este hábito. Permitir la entrada de aire del exterior durante 10 – 15 minutos, aporta al hogar un aire más fresco y saludable. Ventilar cada mañana, por ese corto periodo de tiempo (para evitar que penetre en exceso el frío y la posible polución), es una buena medida incluso para personas que puedan presentar alergia a los ácaros (al polvo), ya que, como señala la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pedriática (SEICAP) los rayos del sol y la ausencia de humedad reducen la presencia de esos ácaros responsables de múltiples alergias.
¿Qué plantas pueden ser tus mejores ambientadores naturales?
No son solo un bonito y alegre elemento decorativo, en un hogar limpio y ventilado, algunas de ellas pueden derramar su fragancia de forma discreta pero constante, conviertiéndose en el mejor y más natural ambientador posible.
Tienes multitud de plantas con flor que pueden cultivarse en interior, teniendo en cuenta que la mayoría va a requerir un lugar luminoso a la hora de colocarlas. Entre las de perfume más intenso destacan las gardenias y los jazmines, que pueden quedar perfectas en un salón. También la orquídea y la violeta desprenden un agradable aroma, bastante más suave. Si quieres un olor ligero, relajante, que evoque a la propia naturaleza, la lavanda es ideal para tu casa.
Tampoco hay que olvidar el potente olor de muchas plantas aromáticas que utilizamos como condimento en numerosos platos. Unas macetas de romero, albahaca, hierbabuena, tomillo, laurel… tu cocina poco más necesita para tener su propio aroma sin un solo ambientador.
Otras “perfumadas” ideas que también funcionan
Cada vez son más las personas que recurren a opciones naturales para lograr que su casa huela bien. Entre los múltiples usos que ofrecen los aceites esenciales, utilizarlos para aromatizar distintas estancias es una excelente idea. Tan sencillo como adquirir aquel con tu fragancia favorita: rosa, geranio, espliego, eucalipto… y utilizarlo como prefieras. Puedes colocar unas gotas en un pequeño recipiente abierto, rebajádolo (si quieres) con otro aceite como el de oliva o el de almendras, y situarlo en algún estratégico lugar, por ejemplo, debajo de las camas. También da un excelente resultado extenderlo en la superficie de algún objeto de madera (unos palos, cubos…) que podrás poner donde quieras, incluso en el interior de los armarios para que la ropa huela genial. Para espacios pequeños, como pueden ser los cajones de cualquier mueble, el truco de toda la vida de guardar en ellos una pastilla de ese jabón que huele tan bien sigue siendo un remedio tan simple como efectivo.
Si lo que te apetece es que tu casa tenga un aroma fresco y casi neutro, las cáscaras de cítricos son tu mejor aliado. Solo tienes que dejar macerar, al menos un día cáscaras de limón (cuantas más mejor) en agua y tener a mano una botella con spray en la que puedas verter tu particular y saludable ambientador. El “invento” te vendrá especialmente bien para eliminar malos olores procedentes de la cocina, por ejemplo, del sumidero del fregadero. Unos toques de agua con limón o naranja y el ambiente cambiará de manera radical.
Las velas aromáticas son también una posibilidad para hacer que tu casa huela bien en cuestión de minutos, pero recuerda que siempre deberás tener sobre ellas la suficiente vigilancia para evitar cualquier accidente provocado por el fuego. Pueden estar muy bien para un momento puntual (¿cena romántica?) pero no para diario.
Por último, otra posible idea es hacer saquitos con flores secas y semillas que van a conservar y esparcir su buen olor por muchos meses allí donde los sitúes. Lavanda, anís en grano, clavo, hojas de rosa, de melisa… lo mejor de esta idea es que puedes probar hasta conseguir el aroma que más te guste para personalizar tu hogar.