Verónica Mollejo
Practicopedia
Razones para no dejar a tu mascota atada fuera de un local
Esta práctica es muy común entre las personas que hacen gestiones acompañadas de su mascota
Si te fijas bien cuando vas de paseo por la calle, comprobarás que no es extraño ver perros atados a las patas de los bancos o a las farolas que hay fuera de las tiendas, los supermercados o locales similares. Algunos están acostumbrados y esperan pacientes a que su dueño termine de hacer sus compras. Sin embargo, en otras ocasiones, dichos animales se muestran ansiosos y desesperanzados ante la ausencia de su amigo humano.
Una situación que muchos pasan por alto y que tildan de circunstancial, pero que puede ser muy perjudicial para la criatura. De hecho, las autoridades alertan del peligro de que un desalmado te separe de tu mascota para siempre, pues los robos de perros son cada día más comunes. Sobre todo, de aquellos que pertenecen a razas que en el mercado alcanzan grandes sumas de dinero. Bajo esta premisa, ¿qué otras razones debes tener en cuenta para no dejar a tu perro atado en la calle?
Daños físicos
Aunque creas que conoces a tu mascota a la perfección, lo cierto es que son seres imprevisibles que pueden reaccionar de manera inesperada ante cualquier estímulo externo, como el ruido de los coches, las bocinas o los ladridos de otros perros. Si el animal está atado a un poste mientras tú haces la compra, corres el riesgo de que se asuste e intente precipitarse hacia dicho estímulo, provocando que se haga daño en el cuello o que incluso la correa se suelte y acabe perdido o, peor aún, atropellado.
Además, a veces no se tiene en cuenta el lugar donde se deja al perro, privándole de una zona de sombra cuando hace mucho calor o un lugar resguardado si hace frío y llueve. Esto motiva la aparición de algunos síntomas que merman su salud.
Daño psicológico
Obviamente, tu perro es consciente del amor que le profesas, pero hay situaciones y actos que le confunden y que pueden generarle cierta ansiedad, aburrimiento y tristeza, como el hecho de dejarles solos y atados durante varios minutos. El sentimiento de soledad que puede embargarles es inmenso y puede acrecentarse si, además, permanecen en un lugar desconocido y nada confortable. Por eso, siempre será mejor que lo dejes en casa, en su hogar.
Situaciones molestas
Aunque tu perro espere en un lugar que tengas controlado desde el interior del establecimiento, no siempre podrás dominar lo que ocurre fuera. A algunos perros no les importa interacturar con otras personas o animales. Sin embargo, a otros no les resulta nada agradable que alguien desconocido se acerque a acariciarlos o tirarles cosas. Esto puede desembocar en un episodio de agresividad con consecuencia terribles.
Pero ¿y si además tu perro quiere llamar la atención y no deja de ladrar en todo el rato? Esto puede ser muy molesto para los vecinos de la zona, los dueños del local y los viandantes. Sin olvidar la frustración y la angustia de tu mascota al ver que aún así no sales del local.