N. Abril
Practicopedia
Remedios caseros para blanquear los dientes
Remedios caseros para blanquear los dientes
Es una evidencia: los dientes amarillean con el paso del tiempo. No es una enfermedad, ni tiene consecuencias sobre nuestra salud, es más una cuestión estética que puede afectar a nuestra presencia social.
Nuestros dientes sufren un proceso natural e inevitable de amarilleo en el que pueden intervenir algunos factores —como determinados alimentos o medicamentos— que lo aceleran, pero por fortuna también existen algunos remedios que pueden mejorar el aspecto de nuestros dientes (sin pasar por el dentista y sin que se resienta nuestro bolsillo).
Vayamos al origen: debajo del esmalte del diente tenemos una sustancia marrón pálida llamada dentina. Cuando el esmalte adelgaza, se desgasta, se hace más fino, esta sustancia se hace más visible, algo que suele ser bastante común según cumplimos años.
También sabemos que hay algunos hábitos o factores que favorecen que nuestro esmalte se desgaste. Así el consumo elevado de café, té, vino tinto o algunas bebidas carbónicas; el tabaco; los alimentos procesados que son muy ácidos; el uso de algunos antibióticos o determinados tratamientos que provocan que la boca esté seca y los factores genéticos son algunas de las causas por las que nuestros dientes se amarillean.
Atendiendo a estos factores ya podemos deducir que algunos son inevitables, pero que otros dependen de nuestros hábitos de consumo y también de nuestros hábitos higiénicos. Modificando estos hábitos perjudiciales e insistiendo en una buena limpieza bucal tendríamos la mitad del camino andado.
Así pues, comencemos la lista de remedios para que nuestros dientes estén más blancos por lo básico:
- Cepillado tres veces al día: Tres minutos, tres veces al día. Esa podría ser la receta del correcto cepillado. Es muy importante lavarse los dientes después de comer (sobre todo si hemos consumido alimentos o bebidas que puedan decolorarlo).
- Productos blanqueadores. Pasta de dientes, tiras blanqueadoras o enjuagues para blanquear son algunas de las soluciones que ofrece el mercado. Todas ellas cuentan con una pequeña cantidad de peróxido de carbamida o peróxido de hidrógeno que, según han comprobado algunos estudios, aclaran el color del diente en uno o dos tonos.
Pero, si en vez de ir al mercado prefieres los remedios caseros, aquí tienes algunos que pueden ayudarte a recuperar una sonrisa blanca. Toma nota:
Pasta de peróxido de hidrógeno y bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio y el peróxido de hidrógeno son de los remedios caseros más utilizados para blanquear los dientes. Mezcla bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno en una pasta de dientes y úsala en lugar de la habitual. Simplemente agrega unas cuantas gotas de peróxido al bicarbonato de sodio y revuélvelo hasta que se forme una pasta. Luego, ponla en tu cepillo de dientes y listo.
No es recomendable usar esta pasta a diario porque ambos ingredientes son abrasivos y pueden dañar los dientes. Lo más recomendable es usarla de 3 a 5 días y luego esperar de 3 a 6 meses para volverla a usar.
También puedes usar solo el bicarbonato de sodio: mezclamos una cucharadita de bicarbonato con dos de agua y cepíllate los dientes con la mezcla varias veces por semana. Después de varias semanas, empezaras a notar su efecto blanqueador.
Otra variante es añadir limón. Las partículas del bicarbonato de sodio y el ácido cítrico del limón ayudan a conseguir una pasta blanqueadora y antibacteriana; aplicarla regularmente sobre los dientes manchados hace que se remuevan las impurezas, combate el sarro y evita el color amarillento. Basta con que mezcles 1 cucharadita de bicarbonato de sodio con 5 gotas de jugo de limón, las mezcles bien, aplícate la mezcla con tu cepillo de dientes y déjalo actuar por un par de minutos, enjuaga y listo. Utiliza el tratamiento una vez por semana.
Vinagre de manzana
El vinagre de manzana de sidra diluido le da mayor efectividad a cualquier pasta de dientes. Es recomendable diluirlo en la triple cantidad de agua y luego mezclarlo con una pasta de dientes natural y cepíllate como siempre. También puedes probar a hacer gárgaras con el vinagre de manzana.
Aceite de coco
El aceite de coco contiene ácidos grasos que se deshacen en las enzimas blanqueadoras de los dientes cuando entran en contacto con la saliva. La combinación de tu saliva y estos ácidos grasos produce una molécula de oxígeno que se adhiere a las manchas de los dientes. Este remedio libre de oxidación crea una reacción química que remueve las manchas mientras te cepillas y enjuagas.
Haz gárgaras con aceite de coco. Simplemente coloca una cucharada de aceite de coco en la boca y muévelo entre los dientes durante cinco minutos. Si lo prefieres puedes hacer una pasta de dientes o seguir esta receta: primero, calienta una taza de aceite de coco hasta que se haga líquido. Luego agrega dos cucharaditas de bicarbonato de sodio y de 5 a 10 gotas de hierbabuena en la mezcla líquida y revuelve. En cualquier caso, no abuses del tiempo del aceite en la boca.
El plátano
Contiene abundante potasio, magnesio y manganeso, también elimina el tinte amarillo de los dientes. Simplemente hay que pelar un plátano maduro y frotarse los dientes con el interior de la cáscara durante unos dos minutos, enjuagar y repetirlo antes de ir a dormir. Después de tres semanas, los dientes se habrán blanqueado.
Alimentos altos en vitamina C
Los cítricos, y muy especialmente la cáscara de naranjas y limones, son muy beneficiosos por su elevada acidez. La cáscara de naranja, al igual que la de plátano, contiene ácido salicílico, un compuesto que bloquea las piezas dentales y protege el esmalte frente al deterioro, además, el ácido cítrico que aporta también ayuda al blanqueamiento. Utiliza la parte interna de la cáscara para masajear los dientes manchados durante tres minutos, deja actuar por 30 minutos y cepíllate de forma normal los dientes. Utilízalo una vez al día.
Mermelada de fresa
La fresa tiene propiedades blanqueadoras debido a su contenido en ácido málico que es ideal para disolver el café, el vino tinto y las manchas de té en los dientes. Muele 1 o 2 fresas y agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio. Frota esta mezcla en tus dientes de 5 a 7 minutos. Después, usa hilo dental para sacar las semillas de las fresas que se hayan quedado atoradas. No es bueno usar demasiado este remedio, el ácido de la mermelada puede picar tus dientes y, en el peor de los casos, hacerlos más susceptibles a que se manchen.
Levadura de cerveza
Este suplemento alimenticio es rico en proteínas, ácido fólico y vitaminas del grupo B, beneficiosas para la dentadura. Gracias a sus principios activos facilita la eliminación de los restos de alimentos acumulados en los dientes e impide la formación de sarro y manchas. Se comercializa habitualmente en forma de copos. mezcla dos cucharadas de levadura de cerveza, 1 cucharadita de sal y agua (la necesaria) hasta obtener una pasta espesa, toma una buena cantidad con el cepillo y frótala sobre los dientes por tres minutos, repite cuatro veces por semana.
Carbón activado
Este es un producto que se utiliza para desintoxicar ya que atrapa las toxinas y en el caso de los dientes, absorbe los microorganismos que forman la placa. Se utiliza como un dentífrico, dos o tres veces por semana. Mezcla carbón con una pequeña cantidad de agua y aplícalo suavemente sobre todos los dientes. Déjalo reposar durante dos minutos y luego enjuágate con agua hasta que ya no queden residuos. Evita utilizarlo en el caso de tener coronas o empastes de porcelana.
Como ves todos los productos blanqueadores, ya sean caseros, como los que están en el mercado, pueden erosionar el esmalte dental, por eso te recomendamos emplearlos con precaución, de forma espaciada y progresiva. Una buena señal de que el esmalte está adelgazando es la sensibilidad al frío o los dulces, así que presta atención y no renuncies a una sonrisa blanca.