Manuela Martín
Practicopedia
Hipo: ¿existe realmente un sistema eficaz para librarse de él?
Un cambio de respiración o postural puede ayudarnos a acabar con el hipo
Seguro que en más de una ocasión has tenido hipo. Sin duda, se trata de una experiencia bastante incómoda, aunque más allá de eso, generalmente no supone ningún problema para nuestra salud. Si después de un rato no sabes cómo acabar con él, toma nota de estos trucos para decir adiós a ese ruidito tan peculiar.
¿Qué es el hipo?
El hipo aparece por una contracción involuntaria del diafragma que causa una presión abdominal ligera que hace que se cierre la glotis, provocando un sonido característico.
Algunas de las causas de la aparición del hipo son el consumo de alcohol o alimentos picantes, comer demasiado rápido, vivir una situación de estrés, fumar, ingerir aire mientras comemos o un simple cambio de temperatura.
Sin embargo, cuando el hipo persiste más tiempo de lo normal o viene acompañado de otros síntomas será necesario consultarlo con el médico ya que podría avisarnos de algún otro tipo de problema como puede ser una hernia de hiato, una infección o enfermedad vascular, diabetes, desequilibrios de los niveles de calcio en sangre, e incluso podría indicarnos un infarto o una pulmonía, entre otros.
Remedios para acabar con el hipo de manera natural
Aunque la mejor forma de acabar con el hipo es no pensar en él, distraernos con otra cosa y echarle paciencia ya que acabará desapareciendo, lo cierto es que hay algunos trucos para ayudarnos en esta lucha.
Al ser un problema del diafragma, cualquier cambio en la respiración o postura puede ayudarnos a relajar esta parte de nuestro cuerpo y acabar con el hipo. Por ello, prueba a respirar muy hondo despacio o a llevar las rodillas al pecho para cerrar el diafragma. Si aun así continúa, puedes probar con estos otros consejos:
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Tapar los oídos: este truco viene abalado por dos investigadores británicos. Si nos tapamos los oídos mientras bebemos agua con la ayuda de una pajita conseguiremos acabar con el hipo. Ello en parte se debe a que cuando el nervio vago del canal auditivo se tapona, el cuerpo entra en alerta y envía la señal al diafragma para que el hipo desaparezca.
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Beber agua del revés: es uno de los trucos más antiguos junto con el del susto. Al beber agua por el lado contrario del vaso tendremos que doblar nuestro torso, realizando un movimiento del diafragma y de los músculos respiratorios, normalizando nuestra respiración.
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Aguantar la respiración: se trata de otro de los trucos más antiguos. Al tapar la nariz y la boca y dejar de respirar durante unos segundos, aumentamos la cantidad de dióxido de carbono de nuestro torrente sanguíneo, enviando una señal a nuestro cuerpo de que algo no funciona correctamente.
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Beber agua fría: si bebes un vaso de agua fría sin respirar harás que esa baja temperatura provoque un shock en el diafragma y lo deje descansar. También se puede chupar un hielo.
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Miel: una cucharada de miel calmará el nervio que desata el hipo.
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Vinagre y limón: el olor del vinagre o del limón llegará a nuestros pulmones frenando el hipo. También podemos tomar una cucharada de alguno de estos dos alimentos. Su fuerte sabor distraerá nuestra mente.
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Manzanilla: es un gran relajante que nos ayudará a calmar el diafragma.
- Respirar en una bolsa: respira en una bolsa de papel lo más rápido posible durante 10 segundos y quítatela.
Esperamos que con todos estos consejos el hipo se vaya rápido.