El truco definitivo para que la ropa encogida vuelva a su tamaño original

A la hora de lavar la ropa en la lavadora es importante revisar las indicaciones de la etiqueta en cuanto a temperatura de lavado para que no se encojan determinadas piezas de ropa, en el caso de que tengamos por costumbre lavar con agua caliente.

No obstante, también puede pasar que nos equivoquemos a la hora de elegir el programa de lavado o que, por error, pongamos a lavar una prenda en agua caliente, con el consiguiente estropicio: ese jersey que tanto nos gusta se ha encogido.

La ropa está tejida con hilos de fibras muy estiradas y tensas y al lavarla a alta temperatura, el calor hace que esas fibra recuperen su estado natural.

Si es lo que te ha ocurrido, no tires ni regales esa prenda, prueba primero este método para devolverle la longitud de fábrica a las mangas, a la cintura o a la pernera de esas prendas de lana, lino o algodón.

Devolviendo la longitud de fábrica

Para ello, necesitarás un barreño, toallas, una plancha, suavizante para la ropa y champú de bebé o acondicionador de cabello y seguir estos pasos:

• Vierte en el barreño tres litros de agua templada, ni fría ni caliente.

• Añade un vaso entero de (250 ml) de suavizante para la ropa y otro de champú para bebés o de acondicionador lo que tengas más a mano (también podrías utilizar vinagre si te es más fácil). Mezcla bien.

• A continuación, pon en remojo durante unos 30 o 45 minutos la pieza de ropa que quieras recuperar teniendo cuidado de que quede completamente cubierta y bien empapada.

• Remueve de vez en cuando para que las fibras queden bien mojadas.

• Pasados los 45 minutos, coloca la pieza de ropa sobre una toalla y estírala de manera uniforme por todos los lados para ir recuperando la longitud de fábrica. Procura no deformarla ni estirar demasiado fuerte para que no se rompan las fibras y las costuras.

• Vuelve a poner la prenda en remojo y repite la operación dos o tres veces más.

• Finalmente, aclara con agua, escúrrela con suavidad y sin retorcer las fibras y retira el exceso de agua tendiéndola entre dos toallas, enróllalas con la prenda entre ellas para escurrir aún más.

• Finalmente, y con la pieza aún húmeda, pásale la plancha a temperatura suave para acabar de estirar bien las fibras.

• Acaba el proceso tendiéndola al sol.

Además de ir estirando la prenda, la clave de este proceso está en relajar las fibras con la mezcla de agua, suavizante y acondicionador o champú de bebé. ¿Nos cuentas cómo te ha ido?