El corcho de una botella de vino ha demostrado ser muy útil en diferentes situaciones, más allá de su uso principal. Sin embargo, una vez descorchada la botella, es fácil que lo desechemos sin siquiera pararnos a pensar para qué más nos puede servir.
Como ya es bien conocido, el corcho de vino puede resultar muy práctico para acabar con los malos olores del frigorífico. Solo es necesario retirar el plástico que lo recubre, si está plastificado, para después cortarlo por la mitad e impregnar el agujero con aceites esenciales, según nuestras preferencias. Esta práctica dará una nueva vida a nuestro frigorífico.
Aunque muy popular, no es el único uso que se le puede dar al corcho de vino. De hecho, hay quienes los reutilizan para decorar, aprovechando sus propiedades aislantes, impermeables y antibacterianas, así como su ligereza y versatilidad, sin olvidar que el corcho es, además, 100% natural, reciclable y reutilizable.
Pero no solo eso, también resulta un buen aliado incluso para las plantas.
¿Cómo utilizar el corcho en las plantas?
Las características del corcho lo hacen resistente a la descomposición, pero cuando sucede, liberan algunos nutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio, lo que ayuda al crecimiento de las plantas, según recogen diferentes medios y blogs especializados. Además, evita la aparición de moho en la tierra.
Para ello, solo necesitamos coger un corcho de vino y cortarlo en trocitos para enterrarlos por la tierra de la maceta. Además, y al igual que ocurre con otros alimentos, como los huevos, más concretamente, su cáscara, sirve también como abono para las plantas. Del mismo modo, el corcho de vino ayuda a proteger las raíces, evitando que crezcan malas hiervas y manteniendo el suelo húmedo.
Otros elementos caseros pueden resultar igualmente útiles para cuidar de nuestras plantas, como el ajo, que ayuda a las plantas a crecer gracias a su contenido en fósforo, potasio y yodo. También las protege contra las plagas y ahuyenta a los insectos. O el limón, que permite revitalizar las plantas si se han secado, gracias a su aporte de vitamina C y su composición, que mejora el pH del suelo. También ayuda a ahuyentar los insectos.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.