Paula Buedo
Practicopedia
¿Tapa abierta o cerrada en la cafetera italiana? Esto recomiendan los expertos
Este tipo de cafeteras funcionan con un juego de presiones del agua en ebullición
Cafeteras de cápsulas, exprés o italianas. Son varios los tipos que pueden encontrarse en las diferentes cocinas de cada hogar. Estas últimas son ideales para quienes les gusta una preparación clásica, sencilla y que no genere residuos. Además, también son las más baratas del mercado.
El suave borboteo que se escucha, acompañado del olor a café recién hecho, es uno de los sonidos preferidos de muchas personas por la mañana o después de comer. Sin embargo, aunque el proceso de preparar el café es muy sencillo, hay un consejo de los expertos baristas que, muy probablemente, no estés siguiendo.
Rellenas la parte inferior con agua hasta la válvula de café, colocas el café en el filtro, enroscas con la parte superior y lo llevas al fuego. Al cabo de un rato, llega el codiciado sonido. Sin embargo, ¿qué haces con la tapa de la cafetera? ¿Es mejor dejarla abierta o cerrada?
Los baristas aconsejan abrirla
La cafetera italiana funciona gracias a la presión que se genera en la parte inferior cuando el agua se encuentra en estado de ebullición. Por este motivo, es importante que la goma esté en perfecto estado y no haya fugas.
Sin embargo, este proceso no tiene nada que ver con la tapa de la parte superior. Así, la OCU recuerda que da igual si se deja abierta o cerrada: el café saldrá igualmente. La diferencia entre un gesto u otro está, según los baristas, en el sabor.
La explicación es la siguiente: si se deja la tapa abierta y se vigila el café, se evitará que vuelva a hervir en la parte superior, lo que hará que sepa amargo. Algunas personas cierran la tapa para evitar salpicaduras, pero los expertos señalan que, si no hierve de nuevo, no debería salpicar. Una vez el café empiece a salir, retira la cafetera del fuego o baja la temperatura de la vitrocerámica y ya puedes cerrar la tapa.
Otros consejos para tomar un café de diez
Preparar un café es un proceso que puede hacerse rápido para conseguir escapar definitivamente de las garras del sueño o de forma lenta y cuidada, si lo que se busca es disfrutar de todo su sabor. Para este segundo caso, hay algunos consejos que pueden aplicarse para llevar esta bebida a otro nivel.
El primero de ellos se refiere a la materia prima. Utiliza café en granos enteros y hazte con un molinillo para obtener tu propio café molido casero. En cuanto al agua, mejor mineral y, por supuesto, nunca leche: estropearás tu cafetera italiana.
Cuando coloques el café en el filtro, ¡no lo aplastes! Si lo apelmazas, será más difícil que pase el agua. Para dar algunas notas de sabor original, puedes añadir algunas especias a este café molido.
Si quieres que el café se haga más rápido, utiliza agua ya caliente. Si, en cambio, lo preparas a fuego lento, el agua estará más tiempo en contacto con el café y conseguirás un sabor más intenso.
Por último, es importante remover el resultado final. Este gesto servirá para homogeneizar la concentración de la infusión. Hecho todo esto, solo queda disfrutar de una taza de esta bebida recién hecha.